Los Presupuestos de la Junta para 2025 en la provincia de Salamanca se resumen en promesas y evidencias de estar cumpliendo tarde lo prometido. Es decir, más de lo mismo.
Nada nuevo bajo el sol. Así podrían resumirse los Presupuestos de la Junta para 2025 para la provincia de Salamanca, que básicamente se centran en continuar con los proyectos que ya están en marcha y que, por lo general, arrastran años de retraso.
Y es que no vale solo con presupuestar, sino que después hay que ejecutar, y en este aspecto el nivel de ejecución de la Junta en proyectos destinados a Salamanca ha sido en ocasiones bastante lamentable, aunque hay que reconocer que 2024 no ha sido un año excesivamente malo en este aspecto, pues al menos ha habido tres obras que por fin han tenido un buen ritmo de ejecución después de años de retrasos e incumplimientos, caso del CRA Los Arapiles de Aldeatejada, el IES Vía de la Plata de Guijuelo y el centro de salud de Prosperidad, que repiten en las cuentas autonómicas un año más.
Respecto al colegio de Aldeatejada, cabe recordar que ha sido prometido desde el año 2019 por la Junta, previa denuncia pública, eso sí, de los padres, quejándose de que a los niños se les hacía recibir clase en barracones. Desde entonces, los incumplimientos en la ejecución fueron una constante, habiéndose cubierto por fin en 2024 la inversión prevista para el año, después del mísero 9% de ejecución de lo presupuestado el año anterior, en 2023.
Y otro tanto podemos decir del nuevo instituto de Guijuelo, que fue prometido por la Junta en el año 2010 y década y media después sigue sin ser una realidad, si bien hay que reconocer que desde 2022 se le ha empezado a dar un impulso que acerca a poder ver esta infraestructura terminada, habiéndose quedado en 2022 y 2023, eso sí, la ejecución por debajo de lo presupuestado, en torno a un 70% en ambos años, pero habiéndose cumplido en el 2024 con lo presupuestado.
Por su parte, el centro de salud de Prosperidad, después de quince años siendo reivindicado y prometido, por fin ha dado los primeros pasos que parecen definitivos, tras haberse adjudicado las obras este verano, después de años incluyéndose partidas en los Presupuestos autonómicos que después la Junta no ejecutaba. Es decir, promesas que no llegaban a ningún puerto.
No ha corrido la misma suerte el centro de salud del Zurguén, que tras quince años siendo prometido por la Junta e incluido en los Presupuestos, con incumplimientos año sí, año también, vuelve a estar en las cuentas autonómicas para 2025, apelando a que sus vecinos hagan un nuevo acto de fe de que esta vez sí se ejecutará la partida prometida, habiéndose reconvertido el proyecto, eso sí, en centro de salud San José-El Zurguén, aunque la escasa cuantía de la partida presupuestada, que no llega a 150.000 euros, hace descartar las obras en todo 2025 y todo indica que no pasará del papel por ahora.
Tampoco ha cumplido la Junta con la creación del Centro Rural de Innovación Educativa (CRIE) de Ciudad Rodrigo, en el que no ejecutó ni un euro de las partidas presupuestadas en 2023 y 2024, volviendo ahora a prometer una inversión para crear este centro. Como también vuelve a prometer la ampliación del polígono industrial Las Viñas de Ciudad Rodrigo, después de haber incumplido la Junta la ejecución de las partidas presupuestadas en 2023 y 2024 para ampliar este polígono.
Asimismo, la Junta vuelve a incluir en sus cuentas para 2025 otras inversiones presupuestadas en 2024 pero que no ejecutó, como la reforma del centro de salud de Santa Marta (que lleva años siendo prometida sin ser ejecutada), la reforma de la carretera SA-104 entre Guijuelo y el cruce de La Tala, las bases para la concentración parcelaria de Lumbrales o la ejecución de infraestructuras rurales en las zonas de concentración parcelaria de La Pinilla (Aldehuela de Yeltes) y Navamostrenca (San Muñoz).
Y fuera de todo esto, poco más ofrecen los Presupuestos de la Junta para 2025, que se basan en volver a presupuestar lo no ejecutado en 2024 y continuar con aquellas infraestructuras que se están ejecutando con años de retraso, que llegan hasta los quince años de retraso en los casos de los centros de salud de Prosperidad, el Zurguén o el instituto de Guijuelo.
En definitiva, los Presupuestos autonómicos para 2025 en la provincia de Salamanca se resumen en promesas y evidencias de estar cumpliendo tarde lo prometido. Es decir, más de lo mismo, un año más.