OPINIóN
Actualizado 17/10/2024 08:09:11
Fermín González

"Las falacias no dejan de ser falacias solo porque se hayan convertido en moda" (Chesterton)

Vivimos rodeados de falacias. Ahora todo el mundo acude a ellas, para hacer una grosera interpretación de la mentira. Ahora también todo el mundo se sube a un pulpito, y nos hace un discurso, donde evidentemente se cuelan las falacias, en otras ocasiones no se cuelan, el orador te las lanza a dolor vivo, desde el inicio de la arenga, mirando disimuladamente al auditorio, y otear, cuantos se han tragado las falacias, y cuantos son aquellos, que se han dado cuenta, del truco rimbombante de su discurso, algunos no se dan cuentan, quizá sean unos “mandados”, que no se han podido escaquear del mandato jerárquico, y le ha tocado al “subalterno”, lanzar a él las falacias, incluso hasta puede ser, que tampoco sepa de que iba la cosa, el caso era eso, poner énfasis y subrayados, según el texto.

Si, esto pasa infinidad de veces, - como digo- muchos no se dan cuenta pero hacen el más espantoso de los ridículos- es decir- “falacias vendo, que para mí no tengo”-. Servidor se ha enterado que falacia viene del latín fallacia, en asociación al verbo fallere, interpretándose como engañar. Empleamos esta palabra en relación a los razonamientos falsos que pretenden esconderse aparentando ser ciertos. El calificativo falaz, designa al argumento inconsistente o a la persona que miente de manera disimulada. En el ámbito de la lógica.- La lógica es una rama de la filosofía que se ocupa del análisis de las leyes del pensamiento-. Dichas leyes tienen a su vez una relación directa con la idea de verdad. Así, cuando un argumento no tiene la adecuada consistencia lógica, y nos quieren envolver saliendo por la puerta de atrás de la palabrería, esto entonces, se convierte en una falacia. Esta apreciación entre el falso dilema o falsa dicotomía es una de las falacias lógicas más comunes. Un ejemplo en este sentido tiene lugar cuando alguien afirma que, solo hay dos elecciones posibles, cuando en realidad hay otras alternativas que no se contemplan. – ¿A que les suena?.

La falacia ad hominem es aquella, en la que se desacredita una determinada idea, no por su contenido sino por la persona que la defiende. La falacia ad populum es un argumento demagógico con el que se pretende convencer a las personas apelando a sus emociones. - ¿A que les suena?.

El uso de este tipo de razonamientos inválidos o engañosos puede obedecer a dos circunstancias: a un error en la formulación lógica del argumento o bien directamente al deseo de engañar o manipular. En este último caso, el individuo que manipula y tergiversa la verdad en el contexto del discurso político (u otro), se convierte en un demagogo (la palabra demagogia literalmente quiere decir "que conduce al pueblo"). Cuando alguien afirma que el significado actual de un término debería coincidir con su etimología, está incurriendo en una falacia etimológica. Este tipo de razonamiento es engañoso porque no tiene en cuenta que el significado de las palabras va evolucionando con el paso del tiempo, y en dicho proceso no siempre coincide el origen remoto de un término con su significado actual.

Pero como no paran, a la hora de querer embaucarnos, unos y otros, estos disponen de más cartuchos en la recamara, para ir ondulando el relato, y darle así la forma final, con el fin de que la falacia quede bien engarzada eslabón por eslabón y, ahora se apela al sofisma.- Un sofisma, es un argumento capcioso con el que se pretende manipular a alguien-. El sentido despectivo de este término está directamente relacionado con las críticas de Sócrates y Platón a los sofistas, profesionales dedicados a la enseñanza de la retórica. Y si no entra bien, tienen el bulo. – Este ya es de sobra conocido, forma parte de la vida cotidiana, de cualquier personaje, bien relevante, bien mediocre. Un bulo es una noticia falsa con la que se pretende desacreditar a alguien. En los últimos años se ha “evolucionado” a la moda de las fake news. Y finalmente pasamos a la mentira;- pues apenas si reconocemos la verdad-. Un embuste es una mentira y la persona que falta a la verdad es un embustero. En este sentido, hay abundantes sinónimos de embuste, como trola, filfa, infundio o cuento.- ¿A que les suena?- Ya lo creo-TÚ.

Fermín González, salamancartvaldia.es, blog taurinerías

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