Santiago Corchete Gonzalo ofrece una composición sobre Miróbriga
Ciudad Rodrigo es un balcón abierto
vestido de domingo por los siempres
de siglos, un balcón donde la luz
despierta con sus gritos los silencios
ardidos por el sol de cada aurora.
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Ciudad Rodrigo es esa fuga habitual
que efectúan sus pájaros errantes
con hambredad en las emigraciones,
ante la obligación de transgredir
la ley existencial, y de torcer
su firme vocación de permanencia.
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Ciudad Rodrigo es una herida honda
que nunca cicatriza; una harida
tan profunda e intensamente extensa
como es el infinito caudaloso
del río que la obliga a ser eterna.
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Ciudad Rodrigo es un dolor equívoco,
sereno e indescriptible, cuya sed
agotados los cántaros del vino,
se mitiga corriendo ante los toros
con derroche de ardor y adrenalina.
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Ciudad Rodrigo es un acordeón
de olvidos y nostalgias, que prolonga
sus ayes con sordina y sin estrépito
dentro del corazón de cada humano.
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. . .También Ciudad Rodrigo es una tarde
destellante, con oros del crepúsculo
que a nadie pertenece; una tarde
subida a lo más alto de las lomas,
para desde allí ver llegar
el final como un sueño de arreboles.
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Santiago Corchete Gonzalo
4 octubre 2024