Poseen los pastores una cultura material con sello propio, surgida y adaptada a sus necesidades. Un rasgo distintivo que la singulariza consiste en ser un producto condicionado por el entorno, del que obtienen la materia prima casi en exclusividad.
Emplean materiales que se hallan copiosamente en las dehesas: piedras, troncos y palos, pajas, hierbas, etc. Con tan sencillos elementos naturales componen una cultura material original, de reproducción de modelos tradicionales casi siempre.
Imagen. Santiago Bayón Vera