En un mercado cada vez más competitivo e internacional, la implementación de un ERP es esencial. Y las empresas de Salamanca cada vez son más conscientes de ello.
El Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICECYL) ha puesto de manifiesto recientemente que las empresas salmantinas requieren de financiación para aumentar su competitividad. Ya sea en forma de préstamos, bonificaciones de interés o capitalización de empresas, el acceso al dinero externo, así como el apoyo a la internacionalización, son a día de hoy las dos demandas más importantes por parte de las empresas salmantinas en busca de la tan ansiada competitividad.
Sin embargo, estos resultados presentados el pasado mes de mayo en la Cámara de Comercio de Salamanca eluden una de las patas más importantes a la hora de potenciar la competitividad y la productividad de las empresas de Salamanca: la inversión en tecnología y digitalización. Una carencia que, si bien es cierto que empieza a superarse poco a poco, aún es palpable entre las pequeñas y medianas empresas de la región.
Para superar estos desafíos, cada vez son más las organizaciones empresariales que están formando a los emprendedores y responsables de pymes de Salamanca por la implementación de un la implementación de un software erp con el que lograr una gestión eficiente de recursos y optimizar al máximo los procesos dentro de sus compañías. Una solución que, en definitiva, ya está ayudando a muchas pymes a crecer y competir en igualdad de condiciones que las empresas más grandes.
No es ningún secreto que muchas pymes de Salamanca, al igual que en otras regiones, tienen limitaciones en sus procesos diarios. Muchas veces, estas empresas operan con métodos manuales, lo que dificulta la obtención de una visión global del negocio y ralentiza su capacidad de respuesta ante los cambios del mercado.
En este escenario, y teniendo en cuenta la existencia del Kit Digital impulsado por el Gobierno a través de los Fondos de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, las firmas salmantinas tienen la oportunidad de digitalizarse con la implementación de un ERP que integre y gestione los principales procesos de sus negocios.
Desde la contabilidad y las finanzas hasta la gestión de inventarios, ventas y recursos humanos, las pymes de Salamanca tienen la opción de dar un salto cualitativo en su gestión y competitividad, allanando el camino para convertirse en las líderes de sus mercados.
Un camino que comienza con la integración de todos los procesos clave y la automatización de las tareas repetitivas en el ERP. Por ejemplo, una empresa manufacturera de Salamanca podría automatizar su proceso de pedidos, desde la recepción de la orden hasta la facturación, eliminando errores manuales y ahorrando tiempo valioso.
A este mejor y mayor control de inventario y pedidos, un ERP también ayuda a controlar y analizar la información generada dentro de la propia empresa. Como los datos se centralizan en una única plataforma, los gestores acceden a información actualizada y precisa en tiempo real, facilitando y agilizando la toma de decisiones.
De esto también se puede beneficiar un pequeño comercio, cuya propietaria podría analizar rápidamente sus patrones de ventas y ajustar su inventario en consecuencia, optimizando así su capital de trabajo. Una empresa constructora, por su parte, también podría sacar partido a un ERP al gestionar mejor sus materiales y mano de obra, reduciendo costes y mejorando sus márgenes.
Por si fuera poco, un ERP también es capaz de mejorar la atención al cliente. En concreto, estas soluciones digitales permiten que cualquier empleado pueda acceder rápidamente al historial de un cliente, sus pedidos y preferencias, ofreciendo un servicio más personalizado y eficiente.
Si bien todo lo anterior se puede conseguir, hay que tener en cuenta que la implementación de un ERP requiere de un asesoramiento experto y especializado. No en vano, existen diferentes tipos de ERP, adaptados a las necesidades específicas de cada empresa.
Según el tamaño de la compañía, podemos distinguir entre ERP para grandes empresas, muy personalizados y complejos; ERP para empresas medianas, que ofrecen un buen equilibrio entre personalización y funcionalidad estándar; y ERP para pequeñas empresas, con soluciones más sencillas y de rápida implementación.
Teniendo en cuenta las necesidades y la tecnología, están los denominados ERP horizontales, diseñados para gestionar una amplia gama de procesos y adaptables a diferentes industrias. Por ejemplo, SAP Business One es un ERP horizontal muy popular entre las pymes por su versatilidad. Por otro lado, los ERP verticales están diseñados específicamente para un sector o industria en particular.
También podemos distinguir entre ERP estándar, válido para empresas sin particularidades en su gestión y con gran capacidad de innovación y desarrollo, y ERP personalizados, diseñados según las necesidades concretas de la empresa.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, entre los erp más usados en el mercado, destacan soluciones como Microsoft Dynamics 365 Business Central, que ofrece una gran integración con otras herramientas de Microsoft, o Odoo, un ERP de código abierto muy popular entre las pymes por su flexibilidad y coste competitivo.
Como hemos podido comprobar, no todas las soluciones son iguales, y lo que funciona para una empresa puede no ser adecuado para otra. Por ello, es importante contar con el asesoramiento de expertos que ayuden a los responsables empresariales a encontrar e implantar la mejor solución de ERP disponible teniendo en cuenta diferentes puntos como la instalación o no en la nube, la facilidad de uso, la escalabilidad y el coste total.
Gracias a esta tecnología, cada vez más implantada en las pymes de Salamanca, son muchas las pymes que han optimizado procesos y mejorado la toma de decisiones gracias a que tienen acceso a una mayor y mejor información.
En un mercado cada vez más competitivo e internacional, la implementación de un ERP es esencial. Y las empresas de Salamanca cada vez son más conscientes de ello.