Tremenda demostración de capacidad del salmantino, que cuajó una gran tarde frente a una novillada de Domingo Hernández
El primero de la tarde, muy justo de presencia, recibió dos puyazos antes de que Jarocho, en su última tarde como novillero, y Manuel Román, rivalizaran en el tercio de quites. El de Domingo Hernández fue una máquina de embestir en la muleta del espada burgalés, que cortó la primera oreja de la tarde tras una faena intermitente en la que los mejores pasajes llegaron toreando al natural. Mató de pinchazo y estocada.
El quite por chicuelinas de Manuel Román al segundo de la tarde tuvo garbo y torería. La faena de muleta fue de menos a más, con el joven cordobés mimando cada embestida para dejar dos series al natural extraordinarias, toreando a cámara lenta y un gran trazo. Amagó con rajarse el astado de Domingo Hernández pero no lo consintió Román, en un final poderoso en cercanías. Mató al segundo intento y cortó una oreja.
A pies juntos saludó Marco Pérez al tercero de la tarde. Brindó su faena al banderillero Elías Martín. Muy justo de fuerzas el de Domingo Hernández, al que Marco administró muy bien para firmar series de muletazos de mucho mérito. La mejor fue una tanda al natural. Con el novillo muy venido a menos fue arrollado el salmantino cuando toreaba con la mano derecha. Se recompuso Marco Pérez para firmar un final de faena muy meritorio y emocionante pisando terrenos muy comprometidos. Mató de media estocada muy certera y fue premiado con las dos orejas.
Más serio el cuarto de la tarde, con el que Jarocho toreó genuflexo a la verónica. El comienzo de faena toreando por bajo fue lo mejor de su actuación, con el de Domingo Hernández embistiendo con mucha transmisión. Tuvo además nobleza, recorrido, fijeza y duración el astado en la muleta de un Jarocho que no siempre estuvo a la altura del novillo. Al natural dejó muletazos aislados de mejor trazo. Fue desarmado en varias ocasiones en un epílogo gris en el que tampoco lo vio claro con la espada.
Manuel Román volvió a dejar muestra de su gran concepto del toreo frente al quinto de función. Muy templado el cordobés frente a otro noble astado de Domingo Hernández que también tuvo calidad y al que aprovechó Román para torear con mucho gusto en una faena pulcra y con torería que fue rematada con ayudados por alto. Mató de estocada al segundo intento y cortó una oreja.
Muy vistoso el toreo de capote de Marco Pérez al sexto de la tarde, más cuajado y de buenas hechuras. La media de remate fue exquisita, al igual que el galleo por chicuelinas para ponerlo al caballo de picar. Quitó después por navarras en los medios, poniendo la plaza boca abajo. Brindó el salmantino al público antes de comenzar en los medios con un cambiado por la espalda. Muy fresco de ideas Marco Pérez en una faena en la que se mostró templado y muy firme frente a un novillo que tuvo menos recorrido que sus hermanos. Arrebatado Marco en otro final de faena intenso y de suma autoridad en el que destacó en el toreo en cercanías. Se tiró a matar recto como una vela para cortar los máximos trofeos.
Plaza de toros de Toro (Zamora). Tres cuartos de entrada en tarde agradable. Novillos de Domingo Hernández. El primero, bravo y codicioso, aplaudido en el arrastre. Segundo y tercero, nobles pero muy justos de fuerza. Cuarto muy bravo, encastado, con motor y transmisión, aplaudido. El quinto, noble y con calidad. El sexto, bueno también, premiado con la vuelta al ruedo.
Jarocho: oreja y ovación
Manuel Román: oreja y oreja
Marco Pérez: dos orejas y dos orejas y rabo.