¿Se puede conceptualizar la corrupción como una violación de los derechos humanos? ¿La corrupción debe ser categorizada y sancionada como una violación de los derechos humanos?
Violeta Olalla
Defensora de los derechos humanos
¿Se puede conceptualizar la corrupción como una violación de los derechos humanos? ¿La corrupción debe ser categorizada y sancionada como una violación de los derechos humanos?
Estas dos preguntas serán analizadas en este artículo. Empezando por la primera, según importantes especialistas en el tema, pertenecientes a OEA, es difícil responder a esta pregunta debido a que, aunque está comprobado que los países con mayores índices de corrupción son los mismos con mayor cantidad de violaciones de derechos humanos, no existe una concepción universal ni de los mecanismos modernos de anticorrupción ni de la teoría de los derechos humanos. ¿Por qué? Esto se debe a que ni los derechos humanos ni la corrupción tienen una definición universalmente aceptada.
Para responder a esta cuestión, primero se definirán los términos «corrupción» y «derechos humanos». Según la ONG Transparencia Internacional, la corrupción es «el abuso del poder para beneficio privado. Tal abuso puede ocurrir en el nivel de la administración cotidiana y el servicio público (poca corrupción), o en el alto nivel de los cargos políticos (gran corrupción)». Según esta definición, la corrupción erosiona las instituciones democráticas, interfiere con la buena gobernanza, promueve la impunidad, amenaza el estado de derecho, exacerba la desigualdad e influye en las violaciones de los derechos humanos. Por otro lado, según el Diccionario Oxford, los derechos humanos son un «conjunto de derechos que se consideran pertenecientes a toda persona como condición de ser humano».
¿Cuál es la conexión entre estas definiciones? Ambas se basan en los modelos de corrupción y derechos humanos de la civilización occidental. Esto es problemático, porque es difícil ejecutar medidas anticorrupción basadas en lo usado en la civilización occidental, si en el sur global su concepción de los términos «corrupción» o «derechos humanos» son diferentes. Por ejemplo, en el caso de Europa, idealmente, el objetivo del gobierno debería ser luchar por la voluntad común. Sin embargo, en el caso del sur global, el gobierno ideal debería priorizar los intereses de su propio grupo étnico o familia, no el cumplimiento de la voluntad común. Por tanto, lo que en occidente se consideraría corrupción, en el sur global se considera el gobierno ideal. Por ende, las medidas anticorrupción no tienen que ser las mismas en ambos lugares para tener éxito.
Como conclusión, ¿se puede conceptualizar el comportamiento corrupto como una violación de los derechos humanos? Lo ideal sería que sí, la corrupción debería considerarse una violación de los derechos humanos. Sin embargo, esto es difícil de abordar. Aunque la corrupción y los derechos humanos parecen tener una conexión ya que aquellos países que carecen de derechos humanos son los más corruptos, es difícil implementar medidas que reduzcan la violación de los derechos humanos y la corrupción, ya que no existe un concepto universal para ambas definiciones.
Considerando la información recaudada, se responderá a una segunda pregunta: ¿la corrupción debe ser categorizada y sancionada como una violación de los derechos humanos? Según especialistas de OEA, la corrupción debería, en teoría, clasificarse y castigarse como una violación de los derechos humanos si al cometerse se concibe como la violación de los derechos humanos. Esta respuesta, sin embargo, tiene mayor complejidad considerando que no existe una definición uniforme de corrupción o derechos humanos, por lo que las sanciones variarían dependiendo del país del que se trate.
Para entender mejor la información explicada se utilizará el ejemplo del derecho a la propiedad privada, ya que se dice que está indirectamente relacionado con la corrupción, debido a que muchas personas que han cometido algún delito de corrupción han alegado estar haciendo uso de este derecho. El derecho a la propiedad privada es la posibilidad que tiene el propietario de decidir qué hacer con sus pertenencias. Este derecho es considerado polémico según el país, ya que forma parte de los derechos sociales y económicos, y dependiendo del país, pueden verse o no como un derecho fundamental, según la ideología que se tenga. En este artículo se utilizan dos casos diferentes donde es posible ver las diferentes sanciones y sentencias realizadas respecto del derecho a la propiedad privada.
Por un lado, el caso de Kenia y la tienda Duty-Free ocurrido en 2020. Duty-Free quería dar una gran cantidad de dinero al gobierno de Kenia a cambio de establecer una tienda de grandes dimensiones en el país. El caso fue llevado ante el tribunal, y aunque Duty-Free argumentó que tenía derecho a la propiedad privada al hacer eso, el tribunal decidió que se trataba de un caso de soborno, que es corrupción, y la introducción de Duty-Free en Kenia no se pudo realizar.
Por otro lado, el caso de la película rusa Yukos, ocurrido en 2021, la cual alegó que hubo una violación del derecho a la propiedad privada de la película contra Rusia, y el tribunal obligó a Rusia a pagar 1.900 millones de euros a los productores de la película. Aunque se aplicó la sanción, esta puede ser vista como una violación de derechos humanos ya que el dinero se toma de los impuestos de los ciudadanos rusos, como consecuencia, los ciudadanos se verían afectados indirectamente cuando no han sido los causantes de la violación del derecho a la propiedad privada de la película.
En conclusión, es sumamente difícil procesar sanciones por corrupción como una violación de los derechos humanos, ya que no existe una definición común de corrupción o violación de los derechos humanos.