Se trata de lugares que alguna vez fueron hogar de comunidades vibrantes, ahora permanecen en silencio, ofreciendo un viaje al pasado que invita a la reflexión y la exploración
La provincia de Zamora, vecina de Salamanca, es un territorio que no solo resplandece por su belleza natural y su rica historia, sino que también alberga un misterio que atrae a aventureros y curiosos: los pueblos fantasma. Estos lugares, que alguna vez fueron hogar de comunidades vibrantes, ahora permanecen en silencio, ofreciendo un viaje al pasado que invita a la reflexión y la exploración.
Hacer una ruta por estos pueblos a pocos kilómetros de la capital puede ser un plan para este último fin de semana de agosto. Son los siguientes:
Historia: Salto de Castro se encuentra en el municipio de Fonfría y fue construido en la década de 1950 para albergar a los trabajadores que construyeron la presa de Castro. En su apogeo, el pueblo contaba con escuela, consultorio médico, bar e iglesia. Sin embargo, en 1989, tras la finalización de las obras, fue abandonado.
Descripción: Hoy en día, Salto de Castro se presenta como un conjunto de ruinas que evocan la vida que una vez tuvo. Las casas, algunas de ellas aún en pie, son un recordatorio de un tiempo en el que el lugar estaba lleno de risas y actividad. El silencio que envuelve al pueblo contrasta con la historia de esfuerzo y dedicación que hay detrás de su construcción.
Puntos de Interés: Los visitantes pueden caminar por las calles desiertas y explorar las ruinas, imaginando cómo era la vida en este lugar. La belleza natural que rodea Salto de Castro, con paisajes montañosos y el sonido del agua de la presa, añade un encanto especial a la visita.
Historia: San Pedro de la Nave es un pueblo que "aparece y desaparece" con el nivel del agua, ya que se encuentra cerca del embalse de Ribocayo. Fundado en la década de 1930, fue arrasado por la construcción de la presa y su historia es una mezcla de tragedia y esperanza.
Descripción: Aunque la mayoría de las edificaciones fueron destruidas, la iglesia de San Julián y Santa Basilisa ha sobrevivido, siendo un Monumento Nacional y uno de los mejores ejemplos de arquitectura prerrománica. Su ubicación, a orillas del río Esla, ofrece un panorama impresionante, especialmente cuando el agua del embalse lo rodea.
Puntos de Interés: La iglesia, con su rica historia, es un punto focal para los visitantes. Además, el entorno natural que rodea San Pedro de la Nave es ideal para la práctica de senderismo y la observación de la flora y fauna local.
Historia: Ribadelago Viejo y Valverde de Lucerna están ubicados en el municipio de Galende y son recordados por su trágica historia. En 1959, la rotura de la presa de Vega de Tera inundó el municipio de Ribadelago Viejo, llevándose consigo la vida de 144 personas. Este suceso marcó un antes y un después en la historia de la provincia de Zamora.
Descripción: Hoy, Ribadelago Viejo es un lugar de memoria y reflexión. Las ruinas de las casas y la escasa vegetación cuentan la historia de la tragedia. Por otro lado, Ribadelago Nuevo fue reconstruido años después y alberga una escultura conmovedora que honra a las víctimas de la inundación.
Puntos de Interés: La escultura de la mujer con el bebé en brazos, situada en Ribadelago Nuevo, es un emotivo recordatorio de la tragedia. Además, el entorno natural de los Arribes del Duero ofrece un paisaje espectacular, ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Los pueblos fantasma de Zamora son una ventana al pasado que invita a los visitantes a reflexionar sobre la historia, la vida y la pérdida. Cada uno de estos lugares tiene su propia narrativa, marcada por el tiempo y las circunstancias que llevaron a su abandono. Recorrer estas localidades es una experiencia única que conecta a los visitantes con la historia y la cultura de la región, mientras disfrutan de la belleza natural que las rodea. Un viaje a estos pueblos es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de preservar la memoria colectiva.