Las reses se dieron la vuelta al llegar a la Plaza de Toros sin que los caballistas pudieran hacer nada para detenerlas
La jornada sabatina en la localidad de Fuentes de Oñoro estuvo marcada por un segundo encierro a caballo con 4 novillos de las ganaderías salmantinas de El Pilar y Vega de Algodor, que protagonizaron un doble espectáculo al numeroso público asistente repartido por el largo recorrido que cruza el casco del poblado primitivo oñorense.
Treinta minutos después de la hora programada llegaron los caballistas con los cuatro novillos y la parada de bueyes propiedad de la empresa Campo y Toros. Traían el ganado bastante repartido entre los caballistas, al menos al llegar la Rivera del Berrocal; cerrando la comitiva la manada de bueyes.
Al llegar a la plaza de toros, los cornúpetas se dan la vuelta y comienzan su andadura en el sentido inverso, intentando los caballistas retener a las reses sin éxito, hasta llegar de nuevo a las calles de pueblo.
Cuando los caballistas logran sujetar el ganado y darle la vuelta en este segundo intento, es cuando por fin lo consiguen con éxito su encierro para ser lidiados por la tarde por aspirantes a toreros de la Escuela de Tauromaquia salmantina.
Los caballistas visiblemente cabreados por el fallo cometido, contrastaba con las caras de satisfacción del público asistente, que había disfrutado de un doble espectáculo.
Al terminar, tuvo lugar un almuerzo con los mansos que recorrieron las peñas guiados por los caballistas de la Peña ‘El Quite’ por las calles del pueblo.
Una comida popular en la plaza del pueblo y fiesta de tardeo amenizaría las primeras horas de la tarde, dando paso a una clase práctica de los novilleros Noel García y Fernando Vanegas de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca.
Seguidamente hubo una suelta de vaquillas para ser lidiadas por los mozos del pueblo al estilo tradicional.
La orquesta Nebrasca pondría fin a la penúltima jornada festiva de las fiestas de La Asunción.