Fue su casa durante los años de niñez y la autora quiere mostrar la historia de lo que fue un hogar cuando vivía con su padre, el V y último Conde de Montarco
En la mañana del miércoles 14 de agosto, en plena resaca del Martes Mayor, tuvo lugar un acto cultural de interés para mirobrigenses que quedó plasmado en la impresión de un libro con la historia del emblemático Palacio de Montarco, donde se refleja además de su historia, la vida familiar que hubo un día de puertas para adentro.
El lugar elegido no podía ser otro que el propio Palacio, donde la autora, Ana de Rojas Pardo Manuel de Villena, hija de Eduardo de Rojas, V y último Conde de Montarco, estuvo arropada en sus años de niñez.
En el día señalado, tras varios años sin esta propiedad, Ana de Rojas volvió a ‘su casa’, arropada esta vez por el historiador Tomás Domínguez, el Rvdo. Juan Carlos Sánchez, la profesora Teresa Montero, el folclorista y criador de caballos y perro Mastín español, y el pintor y experto en historia Carlos García Medina. Todos ellos con relación personal de una forma u otra con Eduardo de Rojas y por supuesto con su primogénita y autora del libro.
Presentaba el acto José Marcos Casamar, director de comunicación del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, quien comenzó dando la palabra al teniente de alcalde Ramón Sastre que representaba al consistorio mirobrigense, dedicando palabras de enaltecimiento al Conde de Montarco y a su familia, siempre muy ligado a Ciudad Rodrigo, agradeciendo públicamente la labor y esfuerzos que realizó en ciertos momentos por Miróbriga cuando era delegado de Bellas Artes, como ejmplos, la pervivencia de los Restos el Convento de San Francisco en su labor de Conservador de Monumentos, o en la consecución de la declaración de Ciudad Rodrigo intramuros como “Museo Histórico Artístico”, o su participación en la apertura de la Bóveda nueva junto a la Puerta de Amayuelas entre otras cosas, que Eduardo de Rojas siempre estaba dispuesto a hacer y colaborar por Ciudad Rodrigo.
El Rvdo. Juan Carlos Sánchez, destacaría la labor y esfuerzos de Rojas por su labor y esfuerzos que realizó para conseguir la Normalización de la Sucesión Episcopal en la Diócesis de Ciudad Rodrigo, siendo por entonces jefe del Gabinete de Gobernación.
En el turno del Archivero Municipal e Historiador Tomás Domínguez Cid, estuvo dedicado al Hospital de La Pasión, con el que sería el primer eslabón de la familia Montarco, Juan José de Vicente García (tatarabuelo de Ana de Rojas) dejando en su testamento una cantidad de Cincuenta mil reales que salvaría para su maltrecha economía y otros 30.000 para la Casa de los Expósitos. Por lo tanto, la relación del Hospital de la Pasión y la familia Montarco están relacionadas.
La intervención de José Ramón Cid Cebrián estaría centrada en la huella ganadera de la familia, con su yeguada y sus perros Mastines, además de poseer ganaderías de reses bravas y moruchas, de aquí que el criador de Mastines y caballos dedicara estas palabras que están impresas en el libro.
La maestra de Primaria Teresa Montero, resumió su intervención de colaboración en el libro remontándose a la partición de los Reinos de León y Castilla a la muerte del Rey Alfonso VII y la colonización de las tierras de Castilla hasta llegar a mediados del siglo XIX, entando en escena de nuevo Juan José de Vicente, rico y poderoso que compró a la Iglesia las tierras que poseía en Puebla de Azaba al decretarse la “desamortización de Mendizabal” que dictaba la venta de bienes y Conventos. En la actualidad en esta localidad cuenta con una Plaza dedicada a la familia Montarco.
Carlos García Medina, pintor y experto en historia y también miembro del Centro de Estudios mirobrigenses, hizo referencia sobre el interés turístico que en su época de guía turístico añadía un poco de guindilla, leyendas o mitología local que hacían más atractivas las visitas turísticas. Centrándose su intervención en la fachada principal destacando su estilo plateresco, haciendo referencia especial a una figura tallada de una guitarra de doce cuerdas ya en desuso.
En cuanto a la intervención de la autora del libro, destacó en primer lugar los tentáculos de su padre en la política que tuvieron sus efectos en Ciudad Rodrigo, como ya se ha escrito sobre estas líneas.
La venta del Palacio por parte de la familia, ha servido para que los mirobrigenses y visitantes puedan disfrutarlo, pues en manos privadas estaría cerrado o en ruinas, con lo cual, muy a su pesar por los grandes recuerdos que están en su mente, había que hacer este libro después de que la familia se desprendiese de la propiedad a la vez, que el legado histórico personal quedara plasmando en este libro. Al igual que la yeguada que de la misma manera se conserva en otras manos.
Ana de Rojas vive actualmente en la localidad de Morasverdes de forma humilde y feliz, donde está a gusto y se siente arropada por mirobrigenses hoy vecinos.
El libro podrá adquirirse próximamente en la librería Entrelineas de Ciudad Rodrigo.