En plena Guerra Civil fue apresado y fusilado sin posibilidad de someterse a juicio de ningún tipo
Se cumplen 88 años desde que la Guerra Civil acabara con la vida de Prieto Carrasco, alcalde de Salamanca entre 1931 y 1936. El 29 de julio del año 1936 en el monte de La Orbada, Casto Prieto Carrasco fue fusilado.
Natural de la Sierra de Francia, llegó a Salamanca para criarse con sus abuelos tras quedarse huérfano. En la capital charra creció, estudió Medicina y comenzó su andadura en el mundo de la política.
Afiliado al partido Grupo de Acción Republicana, liderado a nivel nacional por Manuel Azaña, Prieto era diligente provincial y llegó al consistorio charro como concejal el 12 de abril de 1931 en la Conjunción Republicano-Socialista. En diciembre de ese mismo año se convirtió en alcalde de Salamanca tras la dimisión de Primitivo Santa Cecilia y Fidel Olivera.
Cargo en el que estuvo hasta 1934, cuando fue cesado en plena Revolución de 1934. En ese momento, una manifestación se produjo en Salamanca con duración de una semana, paralizando la industria y el comercio de la ciudad.
Volvió a la alcaldía de Salamanca en 1936, tras la victoria de Frente Popular en las elecciones y su decisión de restituir a los alcaldes y concejales cesados. Se mantuvo en el puesto hasta ser apresado y asesinado tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936.
Ese día Castro llegó a prisión, donde esperaría un juicio que nunca llegó a celebrarse ya que el vehículo que le trasladaba hasta Valladolid se paró en el monte de La Orbada, donde fue asesinado. Sus restos mortales no se hallaron hasta 1987, ya instaurada la democracia.