Las peñas fueron las protagonistas con un multitudinario pasacalles en compañía de una charanga desde el lugar de salida hasta la Plaza de España donde la Comisión de Festejos dio su pregón de bienvenida
La localidad cacereña de Moraleja, dio el chupinazo de salida oficial al plato fuerte festivo en honor a San Buenaventura con gran paroxismo que centenares de personas demostraron en las calles en el segundo año con el epígrafe de Interés Turístico Regional.
Con una temperatura agradable para lo que suele caer a las seis de la tarde en la villa moralejana en pleno mes de julio, más del millar de personas de todas la edades se concentraron en la avenida principal, recorriendo al son de la charanga Calve de Sol varias calles hasta llegar a la Plaza de España.
El alcalde de la localidad, Julio César Herrero, salió a la balconada del ayuntamiento para dirigirse a sus paisanos, oriundos y forasteros deseándoles unos días felices y llenos de recuerdos gratos. Seguidamente tomaron la palabra varias miembros de la Comisión de Festejos, que este año 2024 recae sobre los quintos y quintas del año 63, quienes también desearon unas felices fiestas a todos los allí presentes y a los que aún están por llegar.
De seguida, una explosión de confetis del color esperanza y oficial en estas fiestas, llenó la Plaza a la vez que el público allí presente, más bien joven, estallara con saltos y gritos de ¡Viva San Buenaventura!
El DJ local Carlos Chaparro, no dejó que los ánimos de la juventud cesaran, sino todo lo contrario, animó un buen rato la fiesta con su música hasta unos minutos antes de la suelta de dos vaquillas.
Tras el jolgorio multitudinario formado por las peñas y amigos, tuvo lugar el primer encierro urbano, que serviría para calentar motores, pues se trataba de dos vacas y tres cabestros que guiaron a las reses bravas desde los toriles hasta el coso taurino del casco urbano.
Las vacas fueron soltadas después individualmente por las calles de la Villa, donde un joven fue alcanzado en una de las carreras que le echó la vaca sin tener consecuencias graves.
El resto de la tarde estuvo muy entretenido pues las cornúpetas no paraban en el mismo sitio mucho tiempo, divirtiéndose de esta forma todo el público desplegado por la zona del recorrido.
La noche también estuvo animada con la verbena a cargo de la orquesta “La Busqueda” y, para los que les quedaran ganas, a las cuatro de la madrugada, de nuevo la charanga “Clave de Sol” volvería a estar en la calle para dar paso a las cinco de la madrugada a la suelta del toro del aguardiente.