Cuatro orejas y rabo para el granadino, tres para el charro. Gonzalo Caballero, lesión en el hombro y varias costillas rotas.
Lo que se presuponía como una tarde triunfal terminó con sabor agridulce. La cara fue para El Fandi y Manuel Diosleguarde, mientras que la cruz cayó del lado de Gonzalo Caballero, quien fue trasladado al hospital de Salamanca tras ser feamente cogido cuando se disponía a finalizar su primera faena. El torero madrileño, uno de los grandes artífices de este festejo solidario a beneficio de "La Sonrisa de María", fue prendido mientras toreaba por manoletinas al toro de Montalvo, que lo volteó de forma dramática y lo mantuvo debajo de los pitones contra el albero durante unos segundos que se hicieron interminables. Caballero intentó recomponerse pero le resultó imposible debido a los fuertes dolores que padecía en su hombro izquierdo y en varias costillas, por lo que pasó a la enfermería móvil.
Anteriormente había firmado el madrileño una buena faena, aprovechando y disfrutando de las embestidas del buen astado de Montalvo. Sobresaliente Caballero en el toreo fundamental al natural encajado y muy templado. También había disfrutado el madrileño toreando con el capote, incluyendo un torero galleo por chicuelinas en el tercio de varas. Tras el percance remató la faena El Fandi, que fue premiada con dos orejas que recogió la cuadrilla del matador herido.
La tarde de El Fandi fue de figura del toreo. Solvente, eficaz, con gran profesionalidad y un abrumador despliegue de recursos. Dos orejas y rabo cortó del quinto de la tarde, un encastado toro de Juan Manuel Criado que fue premiado con la vuelta al ruedo. Tras un exquisito quite por chicuelinas firmó el granadino un tercio de banderillas que puso la plaza en pie, en uno de los pasajes de mayor trascendencia de la tarde. Con la muleta firmó El Fandi un trasteo que tuvo un poco de todo: desde el buen toreo al natural hasta un final poderoso con el toro ya venido a menos y en el que conectó con el tendido antes de rubricar con un espadazo fulminante.
Otras dos orejas había cortado al abre plaza, un astado de Orive al que cuajó a placer con el capote. Con la muleta, tras un comienzo de rodillas, destacó en el toreo con la mano izquierda en una faena de mucha disposición y firmeza.
El único lunar a la importante tarde de Manuel Diosleguarde fue el uso de la espada. Sólo eso le impidió sumar más trofeos a su esportón tras tres faenas en las que no se dejó nada en el tintero. La de mayor importancia, por compromiso del torero y por el trapío del toro, fue la realizada al sexto de la función, de Loreto Charro, que fue aplaudido de salida por su imponente presentación, propia de plaza de mayor categoría. Frente a él, Diosleguarde se apretó toreando al natural, firmando los pasajes de mayor rotundidad de toda su actuación. A cámara lenta, asentado y aplomado en el albero toreó el charro. Fue limando asperezas por el pitón derecho, el menos claro, para acabar toreando en una mezcla de gusto y arrebato. Pese a un pinchazo fue premiado con dos orejas.
El otro apéndice lo cortó del cuarto, un toro de Torrealba con cuajo y que correspondía en suerte al lesionado Gonzalo Caballero. Faena firme y con poder de Diosleguarde tras un tercio de banderillas en el que quedó patente la dificultad del toro. Lo mejor de esta labor resultó en una serie a derechas en la que se abandonó el salmantino. Los pases de pecho fueron sobresalientes durante toda la faena, que comenzó de manera muy torera rodilla en tierra. De no haberse atascado con la espada, también pudo haber tocado pelo tras la lidia del tercer toro, de Puerto de San Lorenzo, el de menos opciones del envío por su escasez de fuerzas. Siempre a media altura intentó Diosleguarde hilvanar faena, en la que pese a dejar muletazos con clase frente a la dulce embestida, no trascendió en exceso por la debilidad del burel.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Alba de Tormes. Más de media entrada. Toros de Orive (1°), noble aunque con poco fondo; Montalvo (2°), bravo, con recorrido y duración, ovacionado; Puerto de San Lorenzo (3°), de buena condición pero al límite de fuerza; Torrealba (4°), bravo y codicioso, ovacionado en el arrastre; Juan Manuel Criado (5°), encastado y con un gran pitón izquierdo, premiado con la vuelta al ruedo; y Loreto Charro (6°), con clase, premiado con la vuelta al ruedo.
El Fandi, de blanco y oro con cabos negros: dos orejas y dos orejas y rabo.
Gonzalo Caballero, de rosa y oro: dos orejas que recoge la cuadrilla.
Manuel Diosleguarde, de nazareno y oro: ovación tras aviso, oreja y dos orejas.