Estos días de atrás, el futbolista alemán Tony Kroos le planteó al Real Madrid que no ampliaría su contrato y dejaría de jugar a finales de temporada. La decisión sorprendió a todos, porque no es una práctica habitual, sobre todo cuando un futbolista está en la cresta de la ola.
Hay sectores profesionales, al margen del fútbol, que pusieron de moda las jubilaciones anticipadas: guardia civil, policía, empleados de Banca, etc. Y a partir de los 52 años, los empleados se iban para su casa en unas condiciones postlaborales bastante favorables. Muchos de esos empleados disfrutaban de su “jubileo”, aunque otros entraban en “depresiones” personales por cuanto sus razones existenciales estaban muy ligadas al desempeño de su profesión y no estaban preparados “para no hacer nada”.
Incluso, era cuestionable el concepto de rentabilidad de las empresas, por cuanto mucha gente tenía una experiencia notable que nadie valoraba y que se cercenaba su desempeño con tales prejubilaciones. En el caso del futbolista Kroos ha resultado único. Porque todos sus colegas, si su club no les amplía el contrato, buscan la continuidad con otras alternativas para seguir jugando y ganando dinero, aunque sea en equipos de inferior categoría o tengan que desplazarse a otras latitudes con un fútbol menos exigente. Con ello, mantendrían cierta actividad física y mental, incluso preservarían un cierto “status” que de jubilarse ya no tendrían.
Kroos, “muy alemán” según su entrenador Ancelotti, tenía interiorizado de siempre que se retiraría en pleno apogeo físico y mental, estando en la cima, y con la pretensión de disfrutar de su vida familiar dedicándose más a su mujer e hijos. Por supuesto, hay que tener una fuerte personalidad para renunciar a montantes dinerarios muy importantes. Pero él se conforma con lo ya percibido, con lo ya ganado, dándole prioridad total a su vida personal, renunciando a las alabanzas de un público entregado que bendecía sus cualidades futbolísticas. Renunciar a todo eso es costoso.
En suma, un ejemplo a seguir, entre otras cosas porque también abrirá un espacio disponible para que otros jugadores más jóvenes vayan consolidándose en ese mundo altamente competitivo. Por supuesto, su hueco generará déficits evidentes en su equipo que tendrá que encontrar soluciones colectivas porque, no nos equivoquemos, las personas son “insustituibles”. Kroos asegura que el Real Madrid seguirá ganando como ocurriera cuando se fue del equipo Cristiano Ronaldo, Ramos, Benzema, Casemiro… Y su marcha sabrán contrarrestarla de inmediato.