Pequeños y mayores se han congregado en el Caño Nuevo para revivir una de las tareas más habituales hasta no hace mucho tiempo
Lumbrales ha vivido la tarde del viernes una intensa y emotiva celebración del Día de las Lavanderas, una actividad que ha reunido a niñas y niños, madres y padres y abuelas en el Caño Nuevo. Los pequeños han disfrutado lavando sus ropitas en el lavadero de piedra, el mismo donde sus abuelas, bisabuelas, tatarabuelas .... lavaron la ropa de la familia, cada semana, en primavera, verano, otoño e invierno.
La calurosa tarde de hoy y el atractivo de refrescarse con el agua, animó a la participación en esta novedosa iniciativa, propuesta al Ayuntamiento por Ángela Comerón, Lita, una vecina del Barrio del Teso, que ha movilizado a su familia y vecinos de su barrio y a gente de todo el pueblo. La propuesta de Lita encontró eco por parte de la teniente alcalde, Raquel Saldaña que ha enfocado el Día de las Lavanderas como un homenaje "en honor de nuestras mujeres de Lumbrales".
Las mujeres de más edad han enseñado el proceso del lavado a mano a las niñas y niños -de entre 2 y 11 años- y a sus madres y padres, que tampoco habían visto, ni mucho menos habían lavado en el histórico lavadero de piedra, anejo al Caño Nuevo. Tras la colocación de las bancas -donde se arrodilla cada lavandero- sobre las lanchas que cierran el recinto del agua, pequeñas bancas que han prestado para la ocasión vecinas de todo el pueblo, cada niño fue ocupando su lugar, completando el espacio del recinto.
Después de mojar la ropa antes de darle jabón (jabón natural hecho en casa, que también han aportado las vecinas) las pequeñas lavanderas y lavanderos frotaban con energía la ropa sobre las lanchas de granito, y aclaraban su ropa, en un agua que terminó totalmente jabonosa. Las ropitas de los niños y alguna sábana que lavaron las abuelas, acabaron tendidas en cuerdas al lado del lavadero.
La celebración incluyó también juegos tradicionales -carreras de sacos, el tira-soga, la rana, los bolos- en los que participaron todos los niños, además de baños, no previstos, en la gabonosa agua del lavadero.
La celebración finalizó con la entrega a los niños y niñas de un zumo, por gentileza del Ayuntamiento, y un flash y un bollo casero, obsequios de Lita.
La teniente alcalde, Raquel Saldaña, agradece publicamente "a Lita, la persona que tuvo la iniciativa de esta gran idea del "Día de las lavanderas", con todo el barrio del Teso y también a las vecinas de diferentes barrios que nos han dejado tantas bancas, que han colaborado para que salga todo fenomenal, que han vinido a enseñarnos a hacer esta gran labor que durante tantos años hicieron las mujeres de Lumbrales. Este día va por todas ellas!!!".
Raquel Saldaña destaca además "la unión entre niños y mayores que ha sido en todo momento nuestra gran finalidad. ¡Conseguido!".