El desfile se iniciaba tras la multitudinaria eucaristia oficiada en la iglesia parroquial
La de este domingo era una jornada marcada por la ilusión y los nervios para las decenas de niños que han tomado el pasado mayo su Primera Comunión y que hoy volvían a lucir sus mejores galas para vivir en las calles de Peñaranda la esperada e histórica procesión del Corpus Christi.
Una celebración, acompañada por temperaturas veraniegas, que arrancaba a la una de la tarde en la iglesia parroquial San Miguel Arcángel, en la que pequeños, familias y vecinos han abarrotado el templo para vivir la solemne eucaristía del Corpus, oficiada por el párroco local, Lauren Sevillano.
Tras ella comenzaba el tradicional desfile, presidido por la custodia y el palio, ambos portados por representantes de las cofradías peñarandinas, tras los que procesionaban las decenas de niños y niñas protagonistas junto a catequistas, familiares, representantes municipales con la alcaldesa Carmen Ávila al frente y cientos de personas, todos ellos realizando un recorrido por el centro de la ciudad y sobre un manto de tomillo, que cubría todo el suelo, y que contaba con sorpresas, como la lluvia de pétalos ofrecida desde uno de los balcones de la Plaza de España.
El momento principal de la procesión llegaba un año más en la conocida como Puerta del Sol, en el que estaba instalado el gran altar, preparado un año más por la Hermandad de Cofradías, donde tenía lugar la oración y la petalada ofrecida al Santísimo, tras lo que llegaba el momento de volver a la parroquia para poner el broche a este sobrio acto, que da paso a las numerosas celebraciones familiares que serán protagonistas de la tarde dominical.