Asegura que trabajará para garantizar “los servicios esenciales” a todos los habitantes de la provincia y evitar así “la sangría demográfica que azota al territorio”
Rosa López es la nueva subdelegada del Gobierno en Salamanca. Natural de Pobladura del Valle (Zamora) pero vecina de Salamanca desde hace más de cuatro décadas. Se considera “una salmantina más”.
Es licenciada en Geografía e Historia y diplomada en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Salamanca. Tras una experiencia laboral en diversos archivos y ser docente en la Universidad de León, en 1993 se incorpora como profesora a la Universidad de Salamanca llegando a ser decana de la Facultad de Traducción y Documentación.
Desde que tomara posesión el pasado 2 de mayo, han sido muchas las reuniones y los encuentros tanto con dirigentes políticos como con los responsables de diferentes asociaciones sociales de la ciudad. Está “ilusionada” consciente de que “hay mucho trabajo para mejorar la calidad de vida de los salmantinos”
Nuevo reto y mucha responsabilidad. ¿Cómo afronta este nuevo cargo y cómo han ido estas primeras semanas?
Han sido días de una vorágine total porque hay muchas cuestiones pendientes en este momento y de muchísimo trabajo, pero no hay nada que me asuste. Los subdelegados somos funcionarios públicos y nosotros hacemos del servicio público nuestra profesión. Es como dices un reto que conlleva muchísima responsabilidad. Cuando me llamó el delegado del Gobierno en Castilla y León Nicanor Ser para proponérmelo me ilusionó, lo consulté con mi familia, y entre los tres tomamos la decisión. Es un reto difícil pero siempre me ha gustado lo difícil, las cosas fáciles no me gustan, así que estoy con mucha ilusión para trabajar duro por la ciudadanía de esta tierra.
Durante el discurso de su toma de posesión destacó la despoblación como el gran reto que afronta Salamanca, y aseguró que esa será su prioridad. ¿Cómo va a lograr fijar la población joven?
Es sin duda la prioridad, sí. Tenemos varias iniciativas en esta área y el principal objetivo es propiciar que los habitantes de los pueblos tengan todos los servicios esenciales. En la época de la pandemia muchas personas empezaron a teletrabajar en las zonas rurales. En 2017 solo había un 10% de los hogares de nuestra provincia conectados por fibra óptica y el reto que se marcó tras la pandemia se está cumpliendo: ahora mismo esa cifra se ha mejorado y cuando acabe este año se subirá al 80% los hogares a los que ya les llegará la fibra óptica y así poder asentarse en nuestro territorio. Además de eso, es importantísimo garantizar los servicios sanitarios y educativos en los pueblos pues eso es lo que ayudaría a fijar población en el mundo rural, y eso es una tarea de todas las instituciones. Tenemos que acabar con la sangría demográfica que tanto preocupa en nuestro territorio.
A ese respecto, en su toma de posesión destacó también la importancia de la colaboración entre las administraciones. ¿Cómo es la relación entre las instituciones y la Subdelegación?
La relación personal magnífica, y la relación institucional espero que también. Ya me he reunido con el delegado provincial de la Junta de Castilla y León, con el alcalde de la ciudad, con el presidente de la Diputación y con los dos rectores y las reuniones han sido productivas. Tenemos más puntos en común que discrepancias porque lo que todos queremos es el bien de los habitantes. Cooperar entre nosotros me parece algo fundamental, sea del color que sea el partido. Todos tenemos que trabajar por ese bien común y por buscar soluciones de futuro para esta provincia.
El progreso y el futuro dependen de las comunicaciones. La sociedad reclama terminar con el aislamiento ferroviario de Salamanca. Más de 15.000 personas salieron a la calle el pasado mes de enero para mostrar su hartazgo ante el aislamiento y la marginación ferroviaria en la que se encuentra Salamanca y su provincia. ¿Cuál es su reivindicación a este respecto?
No creo que haya marginación ferroviaria. Desde el Gobierno ya se ha anunciado la cuarta frecuencia y un estudio de la quinta frecuencia. A mí me preocupan no solo las conexiones ferroviarias con Madrid que son muy importantes, por supuesto, porque tenemos un sector turístico muy importante y muchos trabajadores que viajan cada día, pero me preocupan igual o más, y esto lo voy a reivindicar siempre, y son las comunicaciones por carretera en el mundo rural. Me para gente por la calle para decirme que no pueden venir desde los pueblos a Salamanca al médico porque no pueden pagarse un taxi, o porque no hay transporte que se lo permita. Muchos tienen que tirar de hijos si los tienen cerca o vecinos porque si no, no pueden venir a una consulta médica si los recursos son escasos, y eso no se puede permitir. Eso ya es muy serio.
¿Y eso cómo se soluciona?
Pues como todo lo anterior, hablando entre todos y buscando soluciones entre todos. Esa no es responsabilidad del Gobierno, sí de las instituciones provinciales y regionales, pero el Gobierno de España estará siempre para apoyar lo que sea beneficioso para esta provincia.
Otra principal demanda es la recuperación del corredor ferroviario Ruta de la Plata, clave para el desarrollo del Oeste español. ¿Cuándo será una realidad?
Se está trabajando para que se adelanten los tiempos definidos. Desde el Gobierno se está trabajando en ello, se está preparando un informe exhaustivo y será pronto una realidad. Me consta que ahora mismo en el Parlamento Europeo se está discutiendo sobre esto. Yo tengo una vinculación con este proyecto, era mi desplazamiento y venía en ese tren desde mi pueblo a Salamanca, en el último tren que estuvo activo. Y voy a trabajar para que se recupere, tanto para pasajeros como para trasporte de mercancía, y lo mismo pasa con el aeropuerto. Tenemos un aeropuerto muy poco explotado; estamos muy bien posicionados en el mapa y muy poca distancia a Madrid, por lo que tendríamos que lograr que fuera un aeropuerto con mucha más actividad que aliviara el de Barajas. Lo que está claro es que tanto con esto como con otros proyectos importantísimos como puede ser también la electrificación a la frontera o la rotonda de Buenos Aires no están olvidados, se está trabajando en ellos, aunque la sensación que tiene la ciudadanía es que es muy lento, y lo entiendo, pero se está avanzando. Las cosas llevan su tiempo, y todo llegará porque la voluntad es firme.
¿Mantendrá un papel reivindicativo como lo hacía su antecesora Encarnación López?
Por supuesto que sí.
¿Cómo la definiría?
Encarna era maravilloso. Era una persona generosa y muy comprometida socialmente. Yo la conocí en un proyecto social que tenían las Jesuitinas de aquí, Salamanca, con niños; trabajaban con menores de La Cabrera y de Las Urdes sin recursos, en aquel momento eran estudiantes de BUP (Bachillerato Unificado Polivalente) y Encarna les ayudaba con las actividades extraescolares porque eran niños con mucho retraso académico. Y ahí la conocí, estaría yo en primero de carrera, y siempre veía la misma Encarna comprometida, solidaria, luchadora y feminista.
Cierto. Era también una feminista declarada. ¿Es su caso también?
Yo siempre he sido feminista. Ella fue la primera subdelegada que hubo en Salamanca, yo soy la segunda y creo que es muy importante la presencia de mujeres no solo en el ámbito político, si no en todos. Está cambiando la tendencia y es algo necesario como sociedad avanzada.
La lucha contra la violencia de género será también prioridad en su mandato según ha manifestado. ¿Cuántos casos de seguimiento policial en violencia de género hay actualmente?
Actualmente en Salamanca tenemos 437 casos activos. En lo que va de año en Salamanca se han realizado 133 consultas al 016 y tenemos un caso de dispositivo electrónico de seguimiento activo.
Los datos no son los deseados. ¿Qué se está haciendo mal?
No creo que haya algo que se esté haciendo mal, no se está fallando, pero sí es verdad que nunca es suficiente. A las mujeres víctimas de esta violencia les cuesta mucho denunciar en muchos casos, y por eso es importante incidir en la detención temprana, y ahí juegan un papel fundamental las asociaciones, nos están ayudando muchísimo. A una víctima de violencia de género le cuesta mucho ir a las administraciones públicas, les impone menos el hecho de acudir en primer lugar a una asociación a pedir ayuda, por eso vamos a trabajar mucho de su mano. En paralelo a eso, por supuesto creo que es excepcional el trabajo que se está realizando desde la unidad equipos VIOGEN (Contra la violencia de género) de la Guardia Civil, así como el trabajo de la Policía Nacional.
¿Por qué cuesta tanto que las mujeres denuncien?
Son aspectos psicológicos, hay una vinculación emocional fortísima con el maltratador. El otro día estuvimos en las instalaciones de la Policía Nacional y estaban trabajando con una víctima. La estaban tomando declaración y ella, aún llena de moratones, seguía preocupándose por el maltratador. Esa vinculación emocional es terrible.
Respecto al panorama político actual. ¿Cómo lo define? ¿Está la política más deteriorada que nunca?
No sé si está más deteriorada que nunca, pero yo me quedo con lo bueno, y es que tengo que decir que muchas veces lo bueno no es noticia, pero hay mucha gente trabajando en todos los partidos y mucha gente muy honesta, sin ganas de bronca y con ganas de defender el bienestar de las personas. Hay crispación política, sin duda, me abstengo de hacer más comentarios porque no quiero contribuir a ello, pero sí digo que es una irresponsabilidad en muchos partidos políticos el hecho de difundir bulos, los continuos insultos… no tienen ningún sentido, porque eso se vuelve en contra de quién los utiliza. Algún día esas personas llegarán a gobernar y eso se le volverá en contra. Lo importante es la colaboración, la cooperación, el trabajo y lo otro intentar desterrarlo.
¿Cómo le gustaría que le recordasen cuando cierre esta etapa que se acaba de abrir?
Como una subdelegada que ha trabajado por el bienestar de los habitantes, trabajaré para dejar una provincia salmantina mejor, y para eso es importante el trabajo entre todos. Espero no ser muy profesora en el sentido de no dar lecciones a la gente, justo hacer todo lo contrario que es escuchar mucho. El debate y el diálogo es lo más importante.