El despacho de Loterías está viviendo su última semana, y la estructura deberá estar retirada como muy tarde el 24 de junio
El Parque de La Glorieta de Ciudad Rodrigo va a perder de forma inminente uno de sus elementos más emblemáticos: el kiosco azul situado en una de las entradas al recinto por la calle Laguna, después de haber estado funcionando durante prácticamente 50 años. Originalmente, este kiosco fue naranja (de hecho había otro kiosco azul en la Avenida de Béjar, junto al edificio de Hacienda), dando cabida a tebeos, novelas de cambio y especialmente golosinas, una vertiente que se dejó al surgir otros kioscos en las inmediaciones.
De este modo, durante los últimos lustros este kiosco azul ha funcionado únicamente como despacho receptor de Loterías, teniendo al frente desde hace 29 años a Fernando Mateos San José, con quién el Ayuntamiento llegó a un acuerdo por la gestión por última vez hace algo menos de una década, que ahora llega a su fin (en concreto, el próximo 22 de junio).
Según explica a Ciudad Rodrigo Al Día el responsable del kiosco, su voluntad hubiera sido seguir, pero no ha habido posibilidad. En este sentido, decidió solicitar para empezar una prórroga de un año, para tantear si el Ayuntamiento era favorable a que siguiese o en caso contrario, que pudiese desprenderse con tiempo del receptor de Loterías, pero ni siquiera le fue concedida, pese a que no hay ninguna intención de volver a licitar el espacio.
De este modo, como le está comunicando desde el lunes Fernando Mateos a sus clientes, esta es su última semana de apertura, mostrándose muy agradecido “a todas las personas que desde hace casi 50 años han estado dando de comer a mi familia y a mí”. Los clientes están teniendo reacciones de todo tipo a este adiós, la primera de sorpresa, y a partir de ahí, de agradecimiento mutuo, queriendo incluso darle propinas de despedida (también ha habido alguna cliente que ha comentado que tendrían que recoger firmas para que se quedase).
En lo que respecta al receptor de Loterías, Fernando Mateos San José lo ha traspasado (a un establecimiento comercial situado en las cercanías), mientras que la estructura del kiosco deberá tenerla retirada por completo el 22 de junio, dejando un notable vacío en ese lateral del Parque de La Glorieta.
En esta despedida, Fernando Mateos San José transmite también un mensaje de “agradecimiento a Cruz Roja, las Conferencias de San Vicente de Paúl y Cáritas, que gestionan a cambio de virutas económicas las miserias que se provocan algunas veces desde las administraciones o los ayuntamientos con sus políticas”, apuntando que a día de hoy “no es mi caso, pero quién sabe si en unos años me tocará llamar a sus puertas”, ya que tras la desaparición del kiosco le toca ‘empezar de cero’.