Creíamos que algunos de nuestros políticos andaban escasos de educación, pero llegó Milei y nos demostró que a todo hay quien gane.
Dios los cría y el diablo los junta
El tal Milei, porque llamarlo señor es algo que le queda muy grande, no vino a visitar al Rey, ni a entrevistarse con el presidente del Gobierno, ni a reunirse con empresarios para estrechar lazos de amistad, económicos y políticos como han hecho siempre los presidentes argentinos, vino para asistir al mitin de Vox y aprovechó el evento para insultar a Pedro Sánchez, que no es otra cosa que insultar a España y a todos los españoles, y lo hizo con insultos propios de rufianes, de carteristas, de pendencieros: de gente de mal vivir, y los señores de Abascal no han dicho ni pío, con lo que dejan claro que Dios los cría y el diablo los junta.
La sangre no llegará al río
Pese al conflicto diplomático que la viperina lengua del susodicho personaje argentino ha provocado nadie piensa que la sangre llegue al río. España no es un país cualquiera para los argentinos, es la madre patria, el país que todos quisieran conocer, adoran nuestra cultura, nuestra música, nuestras letras, nuestras fiestas… y me consta que lo que hoy sienten por su presidente es vergüenza ajena. Tampoco Argentina es un país cualquiera para los españoles, los que la visitan vuelven encantados, conocemos su música, vemos sus películas, leemos a sus escritores… y hasta yo, que soy la española más inculta en cuestiones de fútbol, conozco a sus futbolistas, y lo más importante: no faltan españoles, porque en todas las partes hay de todo, que están en contra de los extranjeros, incluso de nacionalidades europeas, pero nunca, nunca, nunca he oído que alguien esté en contra de un argentino.
El gran error
El próximo 9 de junio, los españoles, como todos los europeos de la comunidad, estamos llamados a las urnas. Estamos pues en plena campaña electoral. El maleducadísimo presidente argentino se ha marchado convencido de que insultando al presidente español como un energúmeno y difamando a su esposa sin pruebas le restaría votos y se los sumaría a sus compinches de Vox, pero todo indica que está en un gran error pues muy estúpidos seríamos los españoles si viendo lo que él hace con el pueblo argentino, nosotros caemos en la trampa de confiar en los trasnochados y peligrosos mensajes de sus cómplices.