UNIVERSIDAD
Actualizado 21/05/2024 13:15:39
Redacción

La densidad demográfica permite comprender el declive de zonas de tradición futbolística como Salamanca, Zaragoza o Coruña, según este trabajo científico

A punto de concluir la temporada 2023-24 de La Liga, es un buen momento para recordar la enorme relevancia socioeconómica, cultural y antropológica adquirida por el fútbol. La popularidad de este deporte trasciende fronteras y configura una industria multimillonaria donde los clubes profesionales ejercen como marcas globales y sus jugadores son verdaderos iconos comerciales.

Pero, ¿y si pudiéramos obtener una radiografía geográfica pormenorizada del éxito futbolístico en España? ¿Existe alguna relación entre el éxito de los equipos de fútbol españoles y el dinamismo demográfico y económico de sus áreas de influencia? ¿Cuáles son las regularidades espaciales de un fenómeno aparentemente sujeto al talento, los vaivenes de la fortuna, la pericia de los gestores, la adhesión de las aficiones o los ciclos y proyectos invocados por la prensa especializada?

Los investigadores del Departamento de Geografía de la Universidad de Salamanca José Manuel Llorente Pinto, Juan Ignacio Plaza Gutiérrez y José Luis Sánchez Hernández dan ahora respuesta a todas estas preguntas en el primer gran estudio geográfico nacional sobre el deporte rey en España. Un artículo que permite analizar la distribución geográfica del éxito futbolístico local y provincial español entre las temporadas 1959-60 y 2019-2020.

Los investigadores salmantinos relacionan la cuestión directamente con los factores socioeconómicos del territorio donde los clubes se asientan y extraen interesantes conclusiones. Entre ellas, considerar muy arriesgadas las inversiones en equipos en provincias por debajo del medio millón de habitantes y determinar que “el potencial demográfico de sus lugares de origen, tanto provincial como local, es un importante factor explicativo de su éxito deportivo”, explican los autores a Comunicación USAL.

Así, los principales datos permiten constatar que la densidad demográfica predice correctamente el éxito futbolístico local y provincial, concentrado en la Comunidad de Madrid, el arco mediterráneo entre Barcelona y Valencia, la cornisa cantábrica oriental y el occidente andaluz. Además, de justificar el declive de zonas con tradición futbolística, pero alejadas de los mayores focos demográficos y del éxito futbolístico como Salamanca, Coruña o Asturias sumidas en una deriva decadente en los últimos años.

El trabajo también corrobora la notable relación existente con el dinamismo socioeconómico del territorio en el que se circunscriben los equipos. En este sentido, “nuestro estudio ratifica la correlación del éxito futbolístico con los ciclos económicos nacionales y el pulso y capacidad de respuesta a los mismos a nivel provincial y local”.

Técnicas estadísticas y de análisis espacial

El vínculo entre las ciudades y sus equipos es similar al que mantienen con sus principales empresas. A su alrededor, las administraciones locales y regionales tejen una importante actividad de ayudas, exenciones, mejoras de infraestructuras o recalificaciones de terrenos. Una compleja red que “justifica la pertinencia del análisis territorial de la actividad futbolística, aunque el estudio geográfico del fútbol ha tenido un desarrollo limitado”, revelan.

Precisamente, la revisión de la literatura más significativa al respecto permite formular la hipótesis de que el éxito futbolístico de un territorio guarda una notable relación con su dinamismo socioeconómico. La reciente publicación en el Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles del estudio de los profesores del Departamento de Geografía de la USAL, titulado ‘Geografía del éxito futbolístico en España: la influencia de la densidad demográfica’, corrobora la teoría utilizando la densidad demográfica para contrastar la hipótesis mediante técnicas estadísticas y de análisis espacial.

Medir 60 años de competiciones de La Liga

El innovador trabajo mide el éxito futbolístico de una demarcación territorial a partir del cálculo de las clasificaciones obtenidas por su equipo/s al término de cada temporada de liga (primera y segunda división) durante el período comprendido desde finales de los cincuenta hasta la actualidad, además de en distintas etapas de la franja.

Para relacionar ese éxito -con el dinamismo económico de los territorios, y dado el amplio período estudiado-, “se toma la densidad de población como indicador de ese dinamismo”, informan. La elección del lapso temporal del estudio se justifica por la profunda transformación de la economía española en esas seis décadas y por tratarse de un importante período de redistribución de la población del país, éxodo rural, intensa urbanización y refuerzo de la concentración demográfica en las principales áreas metropolitanas.

Al respecto, “no hay otro estudio geográfico que se haya interesado por este tema, según hemos podido comprobar. Aunque comenzamos a reflexionar sobre esa relación hace años, hemos trabajado de forma más directa en la investigación desde inicios de 2023 utilizando recursos propios”, subrayan.

Identificación y arraigo territorial, factores sociológicos subyacentes

El trabajo detecta en determinadas zonas del país desviaciones positivas (con un éxito superior al esperable) así como negativas (con un éxito inferior al esperable). Ambas, “sólo pueden interpretarse mediante análisis cualitativos que incorporen factores institucionales y sociológicos subyacentes al éxito o fracaso de determinadas provincias y clubes”.

Por ejemplo, hay provincias como Valladolid, Guipúzcoa o Castellón cuyos equipos presentan claramente un rendimiento superior al que predice su volumen de población. En palabras de los geógrafos, “habría que buscar su causa en elementos locales como el arraigo del equipo en la sociedad o la buena gestión de las entidades deportivas”.

Entonces, para comprender las anomalías representadas por provincias futbolísticamente exitosas pero con poca población en términos absolutos y/o por aquellas en situación inversa -como es el caso de Zaragoza o Málaga-, deberían contemplarse “factores de tipo psicosocial como el grado de identificación popular con el equipo local, la fidelidad de asistencia a los partidos y la suscripción de abonos, junto a eficaces gestiones de algunos clubes relacionadas con el arraigo territorial y el significado simbólico para la población”.

De hecho, de acuerdo al interesante dato recabado en el estudio, que apunta plausible fijar el medio millón de habitantes por provincia como factor probable del éxito, esta solución territorializada se antojaría como “la única opción para aquellos proyectos futbolísticos modestos y de ubicación no metropolitana que quisieran prosperar en el medio plazo superando la tiranía de los umbrales demográficos”, sugieren.

No obstante, más allá de los buenos resultados ocasionales de algunos clubes periféricos o de la decadencia de ciertos equipos bien ubicados, los resultados ratifican que “la situación geográfica y el entorno socioeconómico de los clubes de fútbol en España no es indiferente para explicar la trayectoria deportiva de un largo período de tiempo”.

Ecosistema futbolístico y coexistencia de clubes

Otro de los apuntes destacados del trabajo tiene que ver con aquellas zonas que cuentan con segundos equipos, o más, cuyos presupuestos y aficiones no sustentan al equipo dominante. Como bien reflejan los casos de Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, estos nunca han igualado, en el largo plazo, el éxito acumulado por los primeros clubes.

Este diferencial se agudiza en el caso de equipos no capitalinos, como en Guipúzcoa (Éibar, Real Unión), Madrid (Getafe, Leganés, Fuenlabrada) o Barcelona (Sabadell, Terrassa), aunque hay excepciones significativas como la de Castellón (Villarreal) o Pontevedra (Celta).

En todo caso, los investigadores consideran relevante señalar que las provincias con mayor densidad de clubes muestran buen comportamiento y que la formación de un ecosistema futbolístico, al contrario de lo que se podría esperar, puede derivar perfectamente en una mejora del rendimiento de los equipos coexistentes.

Relación con los ciclos económicos y sentencia Bosman

En cuanto a la evolución territorial del éxito futbolístico y su relación con los ciclos económicos, el trabajo manifiesta que los períodos expansivos (1960-74, 1985-1992, 1996-2008) se traducen en una difusión del éxito futbolístico por el territorio, mientras que las etapas de crisis (1975-1983, 1992-1995, 2008 en adelante) son momentos de concentración geográfica de los buenos resultados.

Tanto es así que, el éxito futbolístico refleja con cierta fidelidad el pulso económico provincial y las desiguales capacidades locales de respuesta al ciclo económico nacional. Se hace evidente la capacidad de las provincias más pobladas, es decir, el efecto de la densidad demográfica y la aglomeración económica, para resistir mejor las coyunturas adversas y sustentar el éxito deportivo de sus equipos de fútbol.

Otro de los aspectos destacables del estudio es el análisis sobre el impacto en los clubes de la “sentencia Bosman” que, en 1995, liberalizó el mercado europeo de jugadores de fútbol y permitió a los equipos españoles más pudientes mejorar la calidad de sus plantillas y reforzar la concentración geográfica del éxito deportivo, sobre todo a partir de 2010. Además, del apartado que aborda cómo la combinación en la captación de recursos económicos de proximidad con ingresos exógenos derivados de la participación en eventos deportivos internacionales como la UEFA Champions League, giras mundiales, jugadores foráneos y/o publicidad repercuten favorablemente en la competitividad, mejora, reputación y éxito de los clubes.

Temporada 2023-2024

El trabajo de la Universidad de Salamanca concluye con una disección de la composición geográfica de las ligas de primera y segunda división en la actual temporada 2023-2024. En ella se corrobora la relación entre desarrollo económico y distribución provincial de la participación futbolística y, por tanto, pone de manifiesto la validez del enfoque teórico y del proceso metodológico que sustenta la investigación.

Los equipos de primera división se concentran en el cuadrante nordeste, con vértices en Madrid, Barcelona-Gerona, País Vasco, Navarra y Valencia. Y se observa un extenso y notable vacío en el interior de ese cuadrante, siendo llamativo el caso de Zaragoza, gran ciudad del país que mantuvo durante muchos años un equipo de referencia en la máxima categoría y en competiciones europeas. A estos focos se les uniría Baleares, Las Palmas, la “excepción” gallega (Pontevedra) y provincias del litoral andaluz atlántico y mediterráneo. El resto del territorio español, principalmente sus regiones interiores, conforma un extensísimo vacío ausente en la división de honor.

La segunda división refuerza el patrón. Las provincias que se incorporan son adyacentes a las de primera e incluso en alguna conviven equipos de ambas categorías. Se comprueba en Madrid, Barcelona, Valencia y Guipúzcoa. Reaparece la cornisa cantábrica -salvo Lugo-, Aragón y Castilla y León (Valladolid y Burgos) y Castilla-La Mancha y se completa Canarias. El litoral mediterráneo estaría casi íntegro, salvo Tarragona, y llama la atención la ausencia de Málaga, que no consolida en el tiempo un proyecto futbolístico acorde con su peso socioeconómico.

Para terminar, buena parte de la España de baja densidad demográfica contempla de lejos el balompié: Extremadura, La Rioja, el interior de Galicia y la Cataluña occidental más vinculada al Ebro. En resumen, “casi todo el oeste y una muy importante parte del interior de España”, concluyen.

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