El 12 de mayo del año 2014, tres disparos acabaron con la vida de Ia presidenta de la Diputación de León y del Partido Popular de León, que fueron efectuados por Montserrat González, en un complot con su hija, Triana Martínez, y con la amiga de esta, la agente de la Policía Local, Raquel Gago
El 12 de mayo del año 2014, tres disparos acabaron con la vida de Ia presidenta de la Diputación de León y presidenta provincial del Partido Popular de León, Isabel Carrasco, que fueron efectuados por Montserrat González, en un complot con su hija, Triana Martínez, y con la amiga de esta, la agente de la Policía Local, Raquel Gago, en un asesinato que convulsionó al país y que cambió el escenario de la política leonesa.
El suceso tuvo lugar sobre las 17:00 horas del 12 de mayo de hace ahora diez años cuando Carrasco, en plena campaña electoral para las elecciones europeas, se dirigía desde su casa, en el paso de La Condesa de la capital leonesa, a la sede del Partido Popular, al otro lado del río Bernesga, a través de una pasarela.
En ese momento, Montserrat González, que había estado esperando por su salida desde casa, fue detrás de ella y, a media pasarela, le disparó en tres ocasiones, causándole la muerte. En su huida, González fue seguida por el policía nacional jubilado Pedro Mielgo, que fue considerado durante el juicio como el elemento fundamental para poder esclarecer el crimen.
La autora de su disparos se deshizo del arma, una Taurus del calibre 38, que recogió su hija, Triana Martínez, y que dejó en el interior del vehículo de su amiga, la policía local Raquel Gago que, en ese momento se encontraba "en actitud de espera" y conversando con un conocido, controlador del servicio de la ORA de León.
Pedro Mielgo continuó siguiendo a la autora de los disparos mientras iba relatando lo sucedido al Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León. Montserrat González y Triana Martínez fueron detenidas en ese momento, mientras que Raquel Gago, que entregó el arma dos días después asegurando que la había encontrado en su coche, fue también detenida por este crimen que dio un vuelco a la situación política de la provincia de León.
Isabel Carrasco fue un "personaje único, un animal político" que "quiso reinar" en León como si "estuviera en la Edad Media, en un entorno que le permitió "ejercer un poder que realmente no le correspondía" y con el "silencio cómplice" del Partido Popular de León frente a una figura cargada de "arrogancia y falta de sensibilidad".
Así la ha descrito el periodista Javier Calvo en el último libro publicado, hace tan sólo dos meses, sobre la figura de Isabel Carrasco, en el que señala el "miedo y temor" que infundía la personalidad de esta política leonesa. "Ella nunca hizo prisioneros. Impuso su ley a base de cortar cabezas", ha señalado Calvo en declaraciones a Europa Press.
Con el control de la provincia desde la Diputación de León y con el control del Partido Popular de León, así como con su influencia en el partido a nivel autonómico, Isabel Carrasco se granjeó destacadas enemistades hasta que el 12 de mayo de 2014, "dos mujeres locas de atar" como eran Montserrat y su hija Triana ejecutaron, con la colaboración de Raquel Gago, un "crimen casi perfecto", tal y como se desprendió del proceso judicial.
Triana Martínez había trabajado en la Diputación de León. "Extremadamente inteligente", según su análisis psicológico, junto con la excesiva "dependencia de su madre", le llevó a articular junto con ella un plan para acabar con la vida de Carrasco, a quienes ambas culpaban de las dificultades que se encontraban para medrar política y socialmente.
Esposa e hija del entonces comisario de la Policía Nacional de Astorga, Pablo Antonio Martínez, ejecutaron lo planeado con la ayuda de Raquel Gago a quien el juez de la Audiencia Provincial de León condenó en un primer momento a cinco años de prisión aunque, en la revisión de la pena por instancias superiores, fue condenada a catorce años por colaboradora, y actualmente se encuentra en libertad provisional.
Montserrat, autora confesa de los disparos, fue condenada a 22 años de prisión y su hija, Triana Martínez, a veinte años, que cumplen actualmente en la prisión asturiana de Villabona, después de haber pasado por el centro penitenciario de Mansilla de las Mulas (León) y de Villanubla (Valladolid), donde siempre han mantenido una actitud conflictiva.
El asesinato de Isabel Carrasco provocó el final de una era en la provincia de León, donde esta política leonesa, que comenzó su carrera como delegada territorial de la Junta que fue consejera de Economía en la Junta de Castilla y León, ostentaba el poder político, que ejercía de manera autoritaria y centralista.
Al frente de la Diputación de León fue sustituida por el entonces vicepresidente, Marcos Martínez Bazarón que, meses después, fue detenido en el marco de la Operación Púnica, y por el recientemente ha sido condenado a ocho años de inhabilitación. Tras varios presidentes del Partido Popular, la institución lleva en manos del PSOE los dos últimos mandatos.
En el PP de León, también se han sucedido varios presidentes hasta la dimisión de Javier Santiago Vélez en 2022, cuando surgió un proceso judicial contra el partido, iniciado por Manuel García, el que fue su rival en el proceso para la Presidencia del PP, por lo que actualmente es Ester Muñoz, vicesecretaria nacional de Sanidad y Educación del Partido Popular.
El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha recordado a Isabel Carrasco, quien fuera presidenta de la Diputación de León y presidenta provincial del PP de León, en el décimo aniversario de su asesinato, y ha asegurado que su recuerdo y fuerza "sigue empujando para avanzar y mejorar" León y la Comunidad.
Con estas palabras ha recordado el líder autonómico a Carrasco, a la que se ha referido como una "amiga" que estará "siempre" en su corazón, a través de un mensaje en sus redes sociales.