Milani lo decía más elegante. Hablaba de Giani un niño pobre con experiencias radicales y que parecía mudo porque no se atrevía a hablar y además lo avocaron al fracaso escolar. Luego estaba Pierino un niño de papá, con dinero, aunque no lo ganara, con profesores particulares y que es bastante bocazas. Milani decía: Dios es justo a Giani lo ha hecho mudo, pero a Pierino ciego.
Esta semana nos decía un chico adoptado de Ucrania que en el colegio donde estaba los alumnos y algunos profesores decían que las chicas y chicos de Casa Escuela Santiago Uno eran chusma. Nosotros pensamos que en esos colegios hay mucho niño pijo privilegiado.
Pienso que para trazar puentes se tienen que conocer, yo siempre hablo que para enriquecerse de la diversidad tiene que haber mestizaje.
A mi hija en Estados Unidos les sugirieron temas: alcoholismo, drogadicción, violencia de género, bulling, prostitución, robos, obesidad,… Le tocó obesidad y tuvo que estar cara a cara con una mujer con obesidad mórbida haciendo preguntas de vida y escuchando durante media hora y luego cambiaba. Me pareció una dinámica brillante para desmitificar prejuicios y paliar por ejemplo la gordofobia.
Los chicos de Santiago Uno estudian formación profesional por aprendizaje servicio y por proyectos y salvan aves rapaces, habilitan escuelas en Marruecos, hacen circo, llevan ludotecas, campamentos, etc. Nos gobernamos en asamblea y al que más valoramos es al que tiene más capacidad para resolver problemas ajenos.
Este chico que ha venido decía que allí eran muy subiditos y que aquí le sale no fumar porros y hacer el itinerario de grado medio en jardinería y superior de Integración social. Está ayudando mucho a otra niña de 16 años de Ucrania que está embarazada de cuatro meses y cuando hemos ido a la última ecografía nos han dicho que era niña. Vio la guerra en el orfanato y fue a otra asociación para refugiados en Castilla y León y estos nos han subcontratado para acompañar en el embarazo a la niña.
Los llamados pijos en principio también tienen sentimientos y problemas con baja tolerancia a la frustración que puede llevar incluso a suicidios.
Algo falla en esta sociedad cuando hasta los hijos de los acomodados acaban en el psicólogo. Muchas necesidades artificiales de los padres y sentimiento de soledad de los hijos que expresan en violencia filioparental, desinterés y caprichos.
Por lo tanto no es cuestión de hacer bandos. Creamos que son enamorables con una escuela para la vida, no seleccionemos indirectamente y no pidamos un uniforme y una tablet para un mes. Es necesaria la flexibilidad para aprovechar todos sus talentos.