La muestra que se podía ver en Los Águila desde marzo de 2015 ha sido reformulada como ‘Museo del Tamborilero’
Ciudad Rodrigo cuenta desde la tarde del Martes Santo con dos nuevos espacios museísticos, ambos en el Seminario Diocesano San Cayetano, que de este modo queda configurado como un “recurso expositivo integral que da calidad a la ciudad”, en palabras del alcalde Marcos Iglesias, además en “un sitio ideal”, con la muralla y la Catedral al lado. Estos dos nuevos espacios museísticos son la nueva etapa de la muestra Tamboril por Gaita, renombrada como Museo del Tamborilero, y el histórico Laboratorio de Ciencias del propio Seminario.
Como señaló Marcos Iglesias, tras el ‘cierre’ del Palacio de Los Águila, el Ayuntamiento tuvo que “reaccionar”, recolocando la muestra Wellington frente a Napoleón en la Casa de la Cultura, mientras que la ya veterana muestra Tamboril por Gaita (se inauguró en Los Águila el 24 de marzo de 2015, tras una vida previa en 2013 en Salamanca capital) ha acabado por ser llevada a las dependencias del Seminario, a la sala donde hubo exposiciones sobre El Quijote y sobre la historia del propio centro.
Según indicó el rector del Seminario, Anselmo Matilla, “entre tener un espacio cerrado o utilizado, es mejor utilizado”, mostrándose “encantados de que se use”, porque además el Seminario ha sido siempre “un lugar de cultura, por lo que tener algo tan propio [en torno a la cultura tradicional], es un placer”. A la hora de llevar el Ayuntamiento esta exposición hasta allí, se ha ampliado el acuerdo que ya existía para ubicar en las dependencias del Seminario el Museo del Orinal (durante esta Semana Santa estos espacios podrán ser visitados todos los días de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00 horas).
Como decíamos más arriba, Tamboril por Gaita recala en el Seminario con un nuevo enfoque: Museo del Tamborilero. Según señaló el propietario de lo expuesto, José Ramón Cid, “lo tenía en mente desde hace mucho tiempo; una recopilación etnográfica de toda una vida” de interés por la cultura tradicional, y al salir de Los Águila, llegó la “oportunidad para ampliarla”, con nuevas piezas que no estaban, dando una visión global de la figura del tamborilero, no sólo en estas tierras, sino en otras comunidades de España, otros países de Europa o en Latinoamérica.
Los contenidos
El nuevo Museo del Tamborilero se abre con una serie de paneles donde se repasa la figura del tamborilero en la iconografía a través del tiempo, unidos a varios carteles de las últimas ediciones de La Charrada (incluido el de este año). Al lado, en el denominado ‘Pozo de Sabiduría’, se recogen una serie de publicaciones con sello mirobrigense en torno a la gaita y tamboril, como los Cancioneros Salmantinos.
A partir de ahí, ya figuran múltiples gaitas y tamboriles, entre los que hay algunos de gran “valor sentimental” para José Ramón Cid, como una gaita y dos tamboriles del siglo XIX que pertenecían a quién fue su maestro, Eulogio Carballo, una persona natural de El Sahúgo que era conserje del Seminario Diocesano. A Eulogio Carballo se los había entregado otra persona de El Sahúgo, Isidro ‘El Ciego’, a quién le había enseñado a tocar, siendo un niño ya ciego, un tamborilero de Cabrillas.
Además de las gaitas habituales de la zona, hay una recopilación de otras procedentes de País Vasco (Txirulas), Burgos (el Pitu), Baleares, Cataluña, Huelva, Las Hurdes, La Maragatería (chiflas), El Bierzo o Zamora. Mientras, de fuera de España, las hay de Portugal, Italia, Inglaterra, Alemania o Francia (alguna del siglo XVIII). Asimismo, hay un apartado específico para la figura del tamborilero en Hispanoamérica, con imágenes e instrumentos de México, Perú, Ecuador y Bolivia.
En otros puntos de la sala también se exponen instrumentos vinculados, como un salterio, palos de danzar, panderos cuadrados, panderetas y castañuelas. En forma de paneles, se recogen fotografías de múltiples tamborileros tradicionales, además de repasarse la figura del tamborilero en el arte con obras de Carlos García Medina, Venancio Blanco, Florencio Maíllo, Jerónimo Prieto y Ramón Sánchez Tello. Junto a todo lo mencionado, hay unos carteles de las Ferias y Fiestas de Salamanca de 1950, 1959 ó 1962, o unas figuras de Sajonia de los siglos XVIII y XIX que representan a tamborileros.
Desde el punto de vista de Marcos Iglesias, este Museo del Tamborilero sirve para “enfatizar la figura del tamborilero”. La llegada de esta exposición se aprovecha para reabrir al público el histórico Laboratorio de Ciencias del siglo XIX del Seminario Diocesano, que llevaba varios años cerrado al público y que todavía es usado por los alumnos del centro (al impartir la asignatura de Laboratorio de Ciencias).
En concreto, lo que se presenta en este Laboratorio es la exposición Aude Sapere que se montó en el año 2006, que recopila una serie de instrumental “de calidad”, en palabras de Anselmo Matilla (procedentes de Francia), contándose con telescopios, pesas, una pila de Volta, etc. Asimismo, están expuestos ejemplares de la Biblioteca Histórica del Seminario sobre Botánica o Biología. Para el rector del Seminario, esta muestra sirve para “resaltar el papel del Seminario como lugar vinculado a la historia y a la ciencia”.