Hoy empieza la transmisión, acá en México, de “Te tomamos la palabra”, un programa en el que colaboro; por eso he querido ponerme en modo filólogo y escribir sobre las muletillas, que las hay en todos los países, en todos los idiomas… Y en todos los deportes…
Esas frases hechas, incluso, a veces llegan a la lengua común, a hablantes sin relación alguna con el deporte o la disciplina que nos regala el concepto. Sin embargo, a veces hay… curiosidades.
En España, hay gente que antes y ahora, se ha casado “de penalti”; de hecho, probablemente, “haya tenido que hacerlo”, que a veces, no solo la nobleza obliga, también la escopeta del futuro suegro. O de la futura suegra.
En México, cuando alguien hace algo muy destacado, “se vuela la barda”; y a quienes critican los elogios a tal persona porque los consideran desmedidos, puede que les espetemos, ahí sí en ambas orillas, que es muy fácil “ver los toros desde la barrera”; tal vez un antitaurino actual no use esa frase; sin embargo, me da que hasta hace no mucho, habría podido hacerlo sin darse cuenta.
Cuando esas muletillas, frases hechas, alusiones, salen de personas que leen, platican, saben más que de su tema –porque se interesan por otros–, enriquecen el idioma, le dan “vidilla”. Sin embargo, cuando la caja de resonancia es grande pero las palabras provienen de cerebros poco entrenados –curioso hablando de quienes glosan disciplinas deportivas– pasan cosas como el uso de los verbos recepcionar* o aperturar* –sic, sic y recontrasic, que habría escrito Monsiváis– en lugar de recibir o abrir; debe ser que si un jugador recepciona* un balón en lugar de, simplemente, recibirlo, es más mejor, y decirlo tiene más flow.
Ya llego al título, no coman ansias –mexicanismo creo que no deportivo, aunque tal vez culinario–; “de bella factura” es una muletilla de cierto periodismo peninsular, y no de ahora, creo que desde hace tiempo; ese tono cultista llegó al fútbol –como es el de allí, va con tilde–: hay goles y jugadas así; sin embargo, cuando en México se empezó a generalizar entre los periodistas deportivos leer los periódicos de allá o ver las transmisiones deportivas “en español de España”, debió llamarles la atención la expresión de marras… Y la “interpretaron”… Factura les debió sonar muy hacendario y empezaron a hablar, cada vez más, de goles “de bella manufactura”.
Pues, hombre, salvo mejor opinión de Peter Shilton y sus paisanos, en futbol hay un famoso gol que cumple con esas características… Se le dice “el de la mano de Dios”… Y va junto a otro que, ese sí, no tiene discusión: es “el Gol de Maradona”.
Pero no es lo habitual.
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