Durante la capea hubo dos sustos de relevancia, uno de ellos protagonizado por un espectador que estaba en un burladero
El encierro de los astados de Aldeanueva fue tan rápido que hizo que la capea de la mañana del Martes de Carnaval (animada por la Charanga Santana desde la balconada de la Casa Consistorial) empezase bastante pronto, a las 11.40 horas, lo que dio pie a que hubiese un total de 5 salidas de astados al coso: en orden cronológico, 3 de participantes en el encierro, el Toro del Aguardiente, y un segundo pase de uno de los toros del encierro, que causaron sensación en el ágora debido a su apariencia.
En especial fue destacada la del primero, con una imponente cornamenta, con la cual salió barriendo por alto en las barreras, dando juego tanto a maletillas como recortadores. El segundo tenía menos envergadura (y cornamenta), lo que hacía que fuese mucho más ágil, permitiendo especialmente el lucimiento de los recortadores, uno de los cuales se llevó un notable susto a la hora de subir muy apurado al burladero central del sur de la Plaza Mayor.
Sin embargo, el principal susto se lo llevó una persona que estaba en el burladero que hace esquina en el sur de la Plaza. Esta persona únicamente estaba saliendo y entrando cuando se alejaban y acercaban los toros, respectivamente, pero en un momento dado que estaba despistado hablando con alguien de los tablaos (y con el móvil en la mano), el toro se arrancó violentamente a donde estaba, teniendo la inmensa suerte de que su cabeza quedó entre la cornamenta del astado a la hora de impactar ésta contra las barreras.
En lo que respecta al tercer toro, también impresionó por su envergadura y movilidad, dándole bastante juego a los recortadores (coincidiendo con la salida de este toro empezó a chispear, dentro de una nueva capea ‘4 estaciones’ en lo que al tiempo se refiere, ya que también salió el sol). Tras estos tres astados de Aldeanueva, salió a la arena el Toro del Aguardiente, de Voltalegre, interactuando con él varios recortadores.
Como era ‘pronto’, se sacó un toro más, en este caso uno de los que había salido previamente de Aldeanueva, que ya casi no dio juego. Finalizada la capea (durante la cual hubo un par de saltos), fue turno para el desencierro, al que salieron 5 toros: los 3 de Aldeanueva participantes en la capea, el del Aguardiente, y uno de Los Bayones de la capea nocturna del Lunes.
El conjunto de astados alcanzó enseguida la zona de Los Pinos, donde se quedaron emplazados un par de ellos, entre ellos el del Aguardiente, que fue el que más tardó en alcanzar los toriles de San Pelayo, unos 15 minutos después de ponerse en marcha el desencierro, que tuvo una asistencia de público multitudinaria. Este desencierro dejó como principal incidencia una luxación de tobillo, siendo trasladado el herido a la enfermería de la Plaza (los efectivos de la Cruz Roja también atendieron a otras dos personas por una herida y una contusión).