Cuatro astados alcanzaron la Plaza enseguida, mientras que el quinto se demoró un poco más
Ciudad Rodrigo abrió el Lunes de Carnaval (ya con el cielo calmado tras el complicado fin de semana, aunque cayeron 'unas pintas' antes de empezar los eventos taurinos) con un encierro con 6 toros de Orive que se alargó casi una hora, producto de un astado 'rebelde', que se empezó a quedar de sus hermanos desde el tramo inicial del recorrido, en la Avenida Conde de Foxá.
Precisamente, la manada se partió al poco de salir, y aunque la Plaza Mayor fue alcanzada en pocos minutos por 4 de los astados, apenas 2 de ellos entraron juntos (el que llegó primero lo hizo acompañado de dos cabestros). Escasos minutos después entró el quinto toro (con algún momento de riesgo para algún mozo al llegar a la Plaza), mientras que el problema fue el sexto y último, que se quedó descolgadísimo. Así, su avanzar hacia la Plaza fue bastante lento, girándose múltiples veces.
Sobre las 11.25 horas, se consiguió que alcanzase el Registro, con lo que se cerró su puerta. A partir de ahí, se soltaron varias veces los cabestros desde los toriles de la Plaza Mayor, en busca del toro que faltaba, pero únicamente se le pudo llevar al ágora colocándole la soga. El campanazo final del encierro no se dio hasta las 11.53 horas, casi una hora después de haberse puesto en marcha.
Este encierro dejó un corneado: un pamplonés de 42 de años de edad, quién entró en la enfermería de la Plaza con una herida por cuerno de toro en la región suprapoplítica de su muslo derecho, con un agujero de entrada de unos 3 centímetros con un trayecto hacia adentro y arriba de unos 20 centímetros, afectando a los músculos bíceps y semitendinoso; y otro trayecto hacia delante de unos 11 centímetros que llegaba al nervio ciático principal, sin afección aparente. El hombre fue trasladado al Hospital de Salamanca con pronóstico grave.