Los ecosistemas antárticos presentan condiciones ambientales extremas que ejercen una gran presión selectiva
Un equipo internacional de investigadores pertenecientes al Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA-CSIC), al Instituto Tecnológico de Chascomús y del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (CONICET-UNSAM) en Argentina, al Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (Estados Unidos) y de la Universidad de Pretoria (Sudáfrica), profundiza en la diversidad de comunidades bacterianas en un ecosistema extremo de la Antártida.
Así se desprende del estudio publicado recientemente en la revista 'Molecular Ecology' en el que se profundiza en la microdiversidad --las variaciones que existen dentro de las mismas especies-- de las comunidades bacterianas presentes en un ecosistema extremo de la Antártida, el complejo de humedales de Punta Cierva.
Los ecosistemas antárticos presentan condiciones ambientales extremas que ejercen una gran presión selectiva, lo que determina los tipos de organismos que pueden vivir allí.
En este sentido, el complejo de humedales Punta Cierva, situado dentro de la Zona Antártica Especialmente Protegida (ZAEP) del noroeste de la Península Antártica, es un lugar que suscita un especial interés entre la comunidad científica debido a su excepcional biodiversidad.
Conocer en profundidad los procesos selectivos que conducen a la microdiversidad de las comunidades microbianas en este lugar, "es importante para poder manipular 'in situ' distintas comunidades microbianas, una manipulación que podría ayudar, por ejemplo, en procesos de biorremediación", apunta el investigador del IRNASA-CSIC Ángel Valverde Portal.
La biorremediación es una técnica que emplea microorganismos para recuperar ecosistemas contaminados y que presenta un gran potencial, al ser sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
La microdiversidad puede dar lugar a diferentes subtaxones -agrupaciones de organismos emparentados- dentro de una misma especie.
Se presupone que estos subtaxones proporcionan estabilidad en el tiempo y en el espacio a las comunidades microbianas. Una comunidad microbiana estable, es a menudo, y según señala el estudio, un objetivo en los procesos llevados a cabo por los microorganismos, por ejemplo, en la biorremediación.