Pese a que había más entradas y eran más caras que el año pasado, el madrugón general fue notablemente superior
A las 8.50 horas de la mañana del martes se agotaron las 1.050 entradas que se habían puesto a la venta en la taquilla del Teatro Nuevo apenas 50 minutos antes para asistir en la noche del Sábado de Carnaval al baile de disfraces de adultos en el Pabellón de la Avenida Conde de Foxá, que volverá a ser animado por la Orquesta SMS, con la gran novedad de que este año no incluirá concurso de disfraces.
Precisamente, la supresión de ese concurso hace que todo aquel que quiera asistir al baile necesite una entrada (hasta ahora, los que participaban en el concurso tenían la entrada asegurada, y además de forma gratuita), lo que se notó a la hora de conformarse la cola antes del amanecer a las puertas del Teatro Nuevo Fernando Arrabal, pese a que el aforo se ha ampliado respecto a las anteriores ediciones del baile en el Pabellón.
En este sentido, el madrugón general fue notablemente superior, colocándose las primeras personas a las puertas del Teatro -en una noche fría aunque no en exceso- antes de las 5 de la madrugada. Mientras que el año pasado, en el momento de apertura de la taquilla a las 8.00 horas (con 450 menos entradas a la venta –y más baratas- para el baile, y repartiéndose también las invitaciones para el Pregón Mayor) había unas 75-80 personas haciendo cola, este año esa cifra ya se superó sobre las 7.20 horas de la mañana (en 2023, a las 7.10 horas, había apenas 15).
Cada persona podía comprar este año 10 entradas (el año pasado se pudieron coger hasta 6), a un precio de 5€ cada una, llevándose la mayoría el máximo posible. De este modo, el avance de la cola fue rápido (se iba pagando de 50€ en 50€ sin necesidad de cambio), aunque en algún momento se ralentizó al pagarlas con tarjeta. Como decíamos, las entradas se agotaron a las 8.50 horas, siendo el último en comprar un hombre que había llegado a la cola sobre las 7.45 horas aproximadamente (y que tuvo suerte, ya que la persona que iba delante de él renunció a comprar al no quedar ya las 10 que quería).
En el momento de agotarse, quedaban unas 25 personas en la cola, alguna de las cuales había llegado escasos minutos antes (asimismo hubo personas que se marcharon antes al ver que no les iba a llegar). Acto seguido se colocó el preceptivo cartel informativo de ‘Entradas agotadas’ en la taquilla, con el cual se encontraron al menos varias personas que aparecieron por las puertas del Teatro sobre las 9.00 horas creyendo que no iba a haber tanta demanda.