Al contrario de lo que en principio podría parecer esperable, el papel de las vías pecuarias en las zonas de montaña del norte (Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Pirineo) donde se localizan principalmente los pastos de verano utilizados por la trashumancia de largo recorrido, queda limitado al de facilitar el acceso a los puertos.
Presentan en general escasa anchura y una distribución longitudinal a lo largo de las últimas subdivisiones de los valles. En estas montañas, las cañadas destacan más por la dificultad de su recorrido y su presencia en el paisaje, que por la superficie que ocupan.
Una situación intermedia estaría representada por lo que ocurre en el Sistema Central, donde las vías pecuarias no sólo dan acceso a los pastos, sino que también, en el caso de las Cañadas Reales, atraviesan la Cordillera o unen su trazado en paralelo a la alineación de montañas.
Imagén Santiago Bayon Vera . Correcillas (León)