Este año en mi casa ya no hay regalos porque mis hijas se fueron a sus respectivos sitios y obligaciones.
Empezamos de nuevo las clases. Los chicos traen distintos propósitos, a los de protección los hemos intentado mimar pero algunas ni quisieron comer las uvas.
Darle sentido a cada día del nuevo año. Mi propósito es cuidarme menos y cuidar más. Pero: ¿ El cómo ?. No suele estar claro.
En el mundo de la inteligencia artificial a los humanos y en especial a los profesores y educadores nos quedará menos de razón y más de emoción.
Suena a inspiración y bastante improvisación la clase de mañana. Pero qué sensaciones tendremos delante de los alumnos y ellos ante nosotros. La mayoría dirá y yo también lo haré, daremos lo que toque: botánica, clima, primeros auxilios… Si salimos a fuera con frío organizaremos trabajo para todos .
En abstracto no se suelen preocupar por el planeta y los que lo hacen por ideología o influencias de las redes sociales influyen poco y cambian menos. Yo voy cansado de aportar el granito de arena, con los que hay en los desiertos pisados.
Seguiré evaluando el tiempo de ilusión de los chicos que se motivan para aprender cosas trascendentes.
Los Magos representan las tres razas conocidas en el Edad Media: Melchor Europa, Gaspar Asia y Baltasar África. Magos que podían representar sacerdotes, astrólogos, sabios, reyes… Para mí representan la búsqueda de nuevas soluciones, el uso del lenguaje paradógico de los cuentos para redefinir sueños.
Remover las fuerzas de los alumnos para que se lancen a conquistar su presente. Aprender para mejorar su vida y la de quienes más le importan.
Disfrutar de regalos gratis que pueden llevar un premio de motivación. Leer libros como vidas paralelas, ver cine, hacer deporte, algo más que gimnasio, algo más que pádel. Herramientas de socialización y salud.
Seguiremos con eventos: viajar a Túnez y a Marruecos con los chicos, reuniones y el día a día de ovejas, abejas, viñas, olivos, quesos.. Más de cien trabajadores y más de 600 alumnos. Un equipo en el que confiar y en el que supervisarnos unos a otros.
Preparados para emergencias con los sin techo o con los niños y niñas abandonados.
Espero menos protocolos salva culos y más implicación real. Que nuestros chicos cuenten su historia y se hagan protagonistas de sus oportunidades.