Son fechas nostálgicas en lo personal, que invitan a los recuerdos más entrañables. Y en esos recuerdos siempre el fútbol de por medio. Sueños, sueños, sueños…
- Sueños del “Viejo Calvario”, cuando mi padre me llevaba el “Día del Socio”, una vez al año, a ver el mejor fútbol de la tierra de mi UDS. Un disfrute inolvidable…
- Sueños con las muchas alineaciones, muchos resultados, muchos partidos, y a jugadores muy concretos con los que llegué a jugar en la Unión, Miguel, Cefe, Huerta, Manolín, Pollo, Calero, Kaito, Laucirica, Amantegui, Pineda, Salazar, Pedraza, Octavio, Tapia,… Y lo más triste, porque algunos ficharon por el más allá…
- Sueños con todos mis entrenadores, todos eran buenos, todos ponían el máximo interés, en categorías inferiores entrenábamos con medios escasos… Especialmente sueño con mis mejores botas de tacos que me hizo Antonio, el guarnicionero, mi entrenador en el Barrio de la Vega…
- Sueños con muchos directivos que me ayudaron en mi etapa de futbolista. Especialmente porque supieron orientarme fuera del fútbol: Vicente, Paco Cosme, Juanito Pablos, Vals, Augusto Pimenta… Y el señor Luis, Policía Nacional, una especie de Bernabéu del barrio de La Vega…
- Sueños son los ascensos de la U. D. S., sobre todo a Primera División, en las etapas de García Traid; Manolo Villanova; Juanma Lillo… Son recuerdos imborrables… Y mi entrañable amistad con Rosendo Cabezas, otro enamorado del fútbol que marchó a hacer plantillas y alineaciones con Traid…
Pero la realidad, aunque cruda, también es digna de vivir con los medios actuales en un fútbol evolucionado, que gusta y mejora cada día a nivel nacional e internacional…