La forma del presente se comparte
con todas las personas del entorno,
incluso alejadas del espacio
y el tiempo donde estamos sin saberlo.
Pequeños como algo sin destino,
dispersos en los cauces de los siglos,
lo tuyo me influencia y me anima
aquello que me ofreces ignorándolo.
La nada en el adentro de las cosas
del alma inexistente en la palabra,
su número, su peso, su medida…
su todo lo pronuncia con nosotros.
Así cuando me miras yo te escribo
y llevo a la poesía tu retrato.