Ambas reunirán a un buen número de judokas, amigos y familiares
El Club Doryoku se prepara para celebrar dos de sus citas más importantes del año. Ambas coinciden a finales del mes de diciembre y reúnen a muchos judokas, amigos y familiares. Tienen ya más de diez años de historia y están más que consolidadas.
El Open es seguramente uno de los campeonatos más especiales para cualquier judoka del club ya que compiten todos los judokas sin categorías de edad ni de peso. Únicamente se distingue categoría femenina y masculina.
Se establece un sorteo sin cabezas de serie ni posibilidades de repesca, en el que únicamente pueden resultar campeones los dos judokas que ganen todos sus enfrentamientos (uno en categoría masculina y una en categoría femenina).
En este campeonato participan judokas que entrenan a diario en el club y también deportistas que por circunstancias han tenido que dejar Salamanca para estudiar o trabajar fuera y vuelven ese día para luchar en el Open. Tendremos varios judokas compitiendo con medallas nacionales en diferentes categorías y el nivel promete ser altísimo.
Su significado literal es “entrenamiento del frío”. Es tradicional de las escuelas de artes marciales japonesas y durante años ha inspirado a multitud de maestros y alumnos japoneses. Esta práctica se realizaba (y se sigue realizando) en el período más frío del invierno, normalmente en un entorno de nieve o agua helada.
Este entrenamiento en condiciones adversas fortalece la determinación y la concentración y da comienzo a un nuevo ciclo, con un espíritu renovado.
Hace años, el Club Doryoku comenzó con esta tradición cada 31 de Diciembre a las 6 de la mañana. Si bien es cierto que en Japón esta práctica dura varias semanas, el club salmantino ha adaptado esta tradición japonesa en sus instalaciones. Los judokas celebran un entrenamiento que finaliza con un chocolate con churros.
Los infantiles y cadetes también se unen a la tradición y celebrarán un kangeiko el 2 enero a las 7 de la mañana. Es la segunda vez que lo realizan y es muy meritorio que judokas tan jóvenes quieran mantener esta dura tradición y digno de mención.