Esta estrategia de desarrollo comunitario de ASPRODES fomenta la contribución social de las personas con discapacidad intelectual.
Un podcast en directo, teatro social, talleres de percusión africana… La Inclusiva, la estrategia de desarrollo comunitario de ASPRODES, ha revolucionado la vida en los barrios de Salamanca desde que comenzó a implantarse hace dos años. Los paisajes de Prosperidad-Rollo, Garrido, San Bernardo, Oeste, Pizarrales Chamberí, Tejares y Huerta Otea se van transformando poco a poco gracias a las intervenciones artísticas en espacios comunitarios de La Inclusiva, que pretenden convertir estas zonas en territorios más cálidos y habitables.
“Nuestro objetivo es impulsar comunidades que sean buenas para todas las personas, no solo para las personas con discapacidad intelectual. El foco lo tenemos puesto en toda la comunidad en su conjunto, fomentando la presencia, la participación y la contribución social de las personas con discapacidad intelectual”, explica Emilio Miñambres, responsable de La Inclusiva. Sus propuestas pretenden potenciar que los vecinos del barrio cambien su mirada hacia las personas con discapacidad intelectual, ya que están contribuyendo en iniciativas concretas a que su barrio sea mejor en todos los sentidos.
En la zona de Prosperidad-Rollo, La Inclusiva tiene un grupo de teatro social comunitario formado por un grupo de 50 personas que mezcla a integrantes con discapacidad intelectual con otros que no la tienen. Otro de los proyectos es el llamado “Memoria colectiva”. “Trabajamos para mejorar el sentimiento de pertenencia, la memoria de un barrio. Es un proyecto que se trabaja de forma colaborativa con asociaciones de vecinos, La Aldehuela, Prodesi, los colegio San Estanislao de Kostka y Las Esclavas, el Centro de Día de Mayores Prosperidad…”. Para este proyecto solicitan fotografías antiguas con las que reconstruir el pasado del barrio de Prosperidad.
En Garrido, La Inclusiva está recopilando historias de vida de los vecinos del barrio con el propósito de inaugurar una exposición en el espacio público en los próximos meses. Personas migrantes y con discapacidad comparten su experiencia vital a modo de “biblioteca humana”. “Queremos trasladar dos mensajes: uno es el de diversidad y otro, el de multiculturalidad”.
El proyecto de ASPRODES desarrolla en Tejares varias propuestas: Tormes-medio ambiente, salud, Tormes-cultura, Tormes-sabor y Tormes-aventura que incluyen multitud de actividades abiertas a toda la ciudadanía como yoga, paseos saludables o recogida de basuraleza.
En Pizarrales destaca el proyecto “Las invisibles” en el marco de la biblioteca popular. “Este proyecto está identificando mujeres que han sido importantes y significativas en la construcción del barrio”, explica el responsable de La Inclusiva. Es una iniciativa en colaboración con la Facultad de Antropología de la Universidad de Salamanca.
Por último, en San Bernardo colaboran con la asociación de vecinos del barrio en el Centro de Convivencia Victoria Adrados en la dinamización de ese vecindario, para promover que las personas mayores se mantengan activas y conectadas con su barrio. Para ello han organizado un bingo, cuya próxima sesión será el 14 de diciembre.
La Inclusiva pretende reconstruir redes de apoyo mutuo en los vecindarios, “avanzar en esta idea de barrios que se cuidan”, en palabras de su responsable, y favorecer que en esos espacios de encuentro entre vecinos se mezclen personas diversas. La perspectiva de género y la riqueza de la multiculturalidad de algunos barrios están siempre presentes en todas sus actividades.
Desde La Inclusiva facilitan también la formación y el empleo para colectivos desfavorecidos, personas con discapacidad o en situación de exclusión. Además, tratan de apoyar el comercio de proximidad y se preocupan por la accesibilidad cognitiva. En definitiva, La Inclusiva intenta eliminar barreras para que los salmantinos puedan habitar su ciudad desde otra perspectiva más humana y diversa.