De Peñaranda a Ciudad Rodrigo: siete joyas arquitectónicas de la espiritualidad se extienden por la provincia de Salamanca.
Remansos de paz que atesoran siglos de historia: los siete monasterios se distribuyen en varios municipios de la provincia son testigos de una manera de vivir al margen. Puedes conocer todos los detalles en la web de Turismo de Castilla y León.
Convento de San Juan de la Cruz. Se termina de construir en 1692 en Alba de Tormes. Es la primera iglesia y el primer convento del mundo dedicados a este santo y toda su estructura y distribución, en convento e iglesia, refleja fielmente la arquitectura carmelitana propia del Barroco carmelitano.
Monasterio de San Leonardo / Seminario de San Jerónimo. Fue fundado en el siglo XII por monjes premostratenses con la ayuda de Alfonso VII de Castilla en 1154. La iglesia del monasterio fue un capricho de la Casa de Alba y se terminó de construir en 1482 por orden del segundo conde y primer duque de Alba, don García Álvarez de Toledo. Tiene elementos góticos, isabelinos, renacentistas y barrocos.
Monasterio carmelita de San José de las Batuecas. A la entrada del valle se localiza el Convento del Desierto, construido como lugar de vida retirada y eremítica a finales del siglo XV, junto a numerosas ermitas ubicadas dentro y fuera del recinto conventual. El monasterio carmelita es sencillo y austero. Desde 1950 residen los Carmelitas Descalzos, que han restablecido la vida eremítica.
Monasterio de San Francisco. Se encuentra en Ciudad Rodrigo. Los restos actuales corresponden a una de las capillas, la del obispo Antonio del Águila, del siglo XVI, que fue construida por Pedro de Ibarra entre 1558 y 1560. Es de estilo renacentista, tiene planta rectangular, está cubierta con dos bóvedas de crucería y comunicaba con el presbiterio a través de dos arcos semicirculares.
Monasterio de la Caridad. También en Ciudad Rodrigo, se tiene noticia de su existencia ya en el siglo XIII, aunque de aquella época no quedan restos. Perteneció a la Orden de los Premostratenses y lo más antiguo de su arquitectura data del siglo XVI.
Monasterio de las Carmelitas. El convento fue fundado en 1661 en Peñaranda por don Gaspar de Bracamonte y Guzmán, Conde de Peñaranda y virrey de Nápoles, iniciándose las obras en 1667. En el interior del convento se custodian pinturas y obras de gran valor, muchas de ellas enviadas desde Italia por su fundador.
Monasterio de Nuestra Señora de Porta Coeli. Regentado por las madres franciscanas de clausura, fue fundado en 1445. La iglesia pertenece al siglo XVI y el convento sufrió reformas en el XVIII. Son interesantes los retablos en piedra de la iglesia, donde destaca la imagen de la Virgen.