Este sábado confiemos en un lleno absoluto en la Plaza Mayor, exigiendo al gobierno (y a todo el poder político y económico) la definitiva y urgente reactivación ferroviaria del corredor Ruta de la Plata, con el permiso de las casetas municipales. Como bien sintetiza el manifiesto “Es un clamor en todo el Oeste de la Península la percepción de un abandono secular de esta parte de España por parte de los sucesivos gobiernos centrales, lo cual se ha traducido en las tasas más elevadas de despoblación y de atraso económico, debido todo ello, en gran parte, a la deficiente red de comunicaciones que vertebren el territorio y faciliten el crecimiento económico.”
Hace no mucho el Ministerio licitó la redacción de un Estudio para “evaluar la viabilidad técnica y socioeconómica de la conexión”, con 24 meses de plazo. Se da así marcha atrás gubernamental a la retirada explícita de la inserción de este corredor en la Red Europea de Transporte RTE-T. Pero eso no impide percibir la imborrable falta de entusiasmo en la disposición necesaria por convertirla cuanto antes en una realidad tangible. Incluida, claro, dentro de su Red Básica Ampliada del Corredor Atlántico, tal y como se reclama con este nuevo grito irritado del Oeste hispano.
Señala bien el manifiesto que “Resulta patente que la intercomunicación de los distintos puertos del arco atlántico de la Península, solamente se logrará con la reactivación de esta arteria, que cosería toda la red del Corredor Atlántico”. Lógicamente se demanda el compromiso de “recabar la financiación necesaria para que se restablezca cuanto antes el tránsito ferroviario por el Eje de la Ruta de la Plata, y, en cualquiera de los casos, la totalidad de este corredor esté culminado antes del año 2040.”
Recientemente también se conoció el acuerdo para una nueva Coalición de Gobierno Progresista, declarando en la página 20 “Se fortalecerán las políticas de lucha contra la despoblación para los territorios con mayor vulnerabilidad socio-territorial de cara a la mejora de la prestación de servicios y de las infraestructuras que permitan su desarrollo territorial y transformación social y económica. Se reducirá el déficit de servicios, impulsando la proximidad y el acceso de los servicios esenciales, la conexión a internet en todo el territorio y la promoción de una red de transporte público adecuada”.
Extraído de la interesante web alemana Allianz pro Schiene.
Más adelante, persiguiendo “5. Garantizar el derecho a la vivienda y transporte de calidad para todos y todas” se puntualiza “Impulsaremos el transporte ferroviario asegurando la conectividad en todo el territorio, consolidándolo como una alternativa más eficiente y menos contaminante. Se promoverá un sistema de transporte de mercancías sostenible, utilizando centrales únicas de rotura de carga y el desarrollo de corredores ferroviarios conectados con puertos y centros logísticos.” Cuando especifican líneas y corredores, nada de Ruta de la Plata a pesar de su relevancia territorial.
Confiemos, otra vez , sea el último capítulo de una historia de terror que nunca debería haber existido. El incompresible cierre de líneas férreas, tras su dilatado abandono, básicas si se quiere articular el territorio peninsular. Por una vez, esa unanimidad de fuerzas políticas locales y regionales influya en los partidos con capacidad de gobernar España y se rescate ese medio de transporte tan vital para conseguir la sostenibilidad real. En este caso la Ruta de la Plata, mejor con un acuerdo de Estado obligando a todos. Si de paso se recuperan y aumentan servicios ferroviarios en otras líneas, incluso se reabre alguna otra, quizás lleguemos a tener algún futuro. Al fin y al cabo, sería cumplir ese programa progresista.