Las de Salamanca han cuajado una buena primera parte para encarrilar el partido frente a un equipo que ha intentado aprovechar las dudas
El Perfumerías Avenida se ha redimido de sus pecados con el Movistar Estudiantes antes del parón de selecciones (83-54). Asimismo, las de Salamanca han cuajado una buena primera parte para encarrilar el partido frente a un equipo que ha intentado aprovechar las dudas.
En la alineación, Pepe Vázquez ha confiado en Silvia Domínguez, Vilaró, que ha recibido un homenaje por sus 200 partidos en el club, Delaere, Prince y Koné para saltar a la pista salmantina en busca de un golpe de efecto tras los últimos mazazos encajados. Todo ello en un pabellón de Würzburg que ha registrado una gran entrada -al nivel de Euroliga- en un horario poco habitual como el de este viernes por la noche.
Por su parte, la capitana ha estrenado el marcador con un tiro en suspensión hacia atrás, Koné ha culminado una contra y Silvia ha metido un triple para mostrar las ganas de victoria en casa. Eso ha obligado a Gallego a solicitar un tiempo muerto con el parcial de 7-0, aunque no ha surtido efecto con una acción de pilla de Silvia Domínguez al sacar de fondo aprovechándose de la espalda de un rival y anotar bajo aro. Entre tanto, Eraunzetamurgil ha roto la sequía desde la línea de personal para las visitantes, Delaere ha hecho daño en el perímetro y Gil ha puesto los dobles dígitos de ventaja con un gancho. 22-11 en el 1ºC.
En el segundo acto, la enmascarada -por un golpe sufrido en Francia- Cakir se ha ido pronto al banquillo por acumulación de faltas a hacer companía a Sika. Ahí, la fisio ha tenido que atenderle y ponerle calor en la zona de las cervicales por unas molestias físicas que le han impedido rendir al 100%. Los buenos minutos de juego de las locales no han cesado y las bufandas se han desplegado al aire en la grada como respuesta a la actuación coral con el +17 de renta. Sin embargo, el final del primer tiempo ha provocado el enfado de Pepe Vázquez por alguna mala defensa y decisión arbitral. 45-25 al descanso. Dominio absoluto en la cancha.
Con el paso por los vestuarios, las madrileñas han metido una marcha más con un parcial de 0-8, lo que ha obligado al técnico gallego a parar la sangría. Dicho y hecho. T3 de Leo Rodríguez para disipar fantamas de un sopapo con la ayuda de Koné en la pintura. 7-0 como contestación. En el luminoso, 63-44 para los últimos 10' con un gran día para las interiores, que falta hacía después de la lesión de Fasoula, incluida Lucía Rodríguez, que ha levantado a los hinchas de sus asientos con un triple. Finalmente, triunfo convincente para seguir invicto en Liga e irse al break con la cabeza limpia.