Nuestro estimado amigo José María Muñoz Quirós nos invita al comienzo del ciclo de “DONOSO ESCRUTIO” en Ávila.
Preguntada gente de mi entorno sobre el significado de tales palabras… La sorpresa fue mayúscula, nadie sabía de qué hablaba. Lo mismo ocurrió con CITADINOS. Somos aquellas/os que vivimos en la ciudad. Aclarado este punto sigo con el DONOSO.
Uno de mis capítulos favoritos del Quijote es el sexto, que relata el “donoso y grande escrutinio” que tuvo lugar en la librería del ingenioso hidalgo: Preocupados por la cordura de su vecino, el cura y el barbero decidieron examinar su biblioteca para sacar de allí todas aquellas obras que pudieran tener un efecto pernicioso en su salud mental. Así, fue “la muerte de aquellos inocentes libros” que sirven a Cervantes para construir un divertido episodio, que a la vez repasa con juicio crítico la literatura de caballerías.
Pese a la relevancia de este pasaje, no es muy conocido el hecho de que su composición pudo estar inspirada en el conocimiento cervantino de la literatura clásica. Cervantes tuvo como referente uno de los capítulos más conocidos de la Institutio oratoria (el primero del libro décimo) en el que el célebre maestro de oratoria Marco Fabio Quintiliano ofrecía un análisis examinador de la literatura grecolatina.
Cuando escribía los primeros capítulos del Quijote había leído las Instituciones oratorias. El retórico latino sugirió a Cervantes el examen crítico de estas obras. Para reforzar esta argumentación podemos decir que Quintiliano empezó su comentario de los autores griegos y romanos por Homero, al que califica como “modelo” y origen” sobre las partes de la elocuencia y líricos Safo y Píndaro, y los principales autores de las tragedias griegas: Esquilo, Sófocles y Eurípides.
En suma, la narración cervantina, que ciertamente rebosa gracia y salero, léanse “Las novelas ejemplares” que suponen un contrapunto humorístico al recorrido crítico de carácter didáctico y erudito por la literatura griega y latina que había hecho Quintiliano. Ello supone un nuevo ejemplo de cómo los escritores del Siglo de Oro edificaron sus obras partiendo desde las autoridades clásicas. Pero dado su ingenio creativo, lo hicieron con libertad: transformando los medios y los fines, adaptando algunas ideas y desechando otras, sirviéndose de los recursos de los textos antiguos para alumbrar nuevas creaciones dotadas de un carácter propio, original y novedoso.
Deseo que mis cavilaciones hayan dado fruto. Bienvenidos un año más los coloquios donosianos.