Entre los participantes sobresalió un enorme grupo de alumnos, progenitores y profesores del Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa
La secuencia de carreras de las que se compone el reencuentro de Ciudad Rodrigo con la Farinato Race tras seis años sin celebrarse en la ciudad se inició en el tramo final de la tarde del sábado con la prueba destinada a familias y a jóvenes que quieren iniciarse en las carreras de obstáculos.
De forma previa a la misma, la pista de Bolonia (que es el centro neurálgico del evento en esta ocasión) acogió una doble charla motivadora y divulgativa, a cargo de @Fitness.revolucionario y Sergio de Miguel, a la que asistieron corredores que van a tomar parte en alguna de las pruebas de este fin de semana, así como varios concejales de la Corporación Municipal en primera fila.
Concluida esa doble charla, el entorno de Bolonia empezó a recibir a los participantes en la denominada Carrera Family/Iniciación/Jóvenes Farinatos, entre los que sobresalieron un amplísimo grupo (más de 50 personas en total) de alumnos, progenitores y profesores del Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa, que vivieron una experiencia muy especial, pasándoselo en grande en los aproximadamente 3 kilómetros de trayecto.
Tras el calentamiento previo dirigido por Felipe Ríos, la prueba tuvo un primer ‘obstáculo’ antes de darse la salida, ya que tuvieron que bajar por el terraplén existente desde el Revellín de San Andrés al foso de la Rúa del Sol, donde estaba situado el arco de Farinato Race en el cual se pusieron en marcha. A partir de ahí, afrontaron varios de los obstáculos que conforman la distancia principal del evento, ayudándose mutuamente la mayoría de los participantes.
Dentro de todos esos obstáculos, quizás uno de los más especiales fue la alambrada que había ya en la parte final, por la que tenían que pasar por debajo, con el inconveniente de que había mucho barro y agua (preparados para la ocasión), generándose momentos muy divertidos (de hecho algunos profesores de Misioneras-Santa Teresa hasta se salpicaron entre ellos).
A partir de ahí, completaron los últimos obstáculos en los dos fosos de la Rúa del Sol antes de cruzar la línea de meta junto a la pista de Bolonia y recibir la medalla que les acreditaba como primeros finishers del fin de semana de carreras.