Algunos de los asistentes reclaman presencia policial para evitar los peligros al cruzar Canalejas y la Gran Vía "con muchos niños sueltos corriendo"
Aunque el tradicional pasacalles de los Cabezudos, incluido en las Fiestas de Salamanca, invita a la diversión de mayores y pequeños, algunos de los asistentes a la sesión vespertina del domingo, denunciaron el peligro que supuso esta actividad.
"Ha habido muy poca seguridad, al bajar por la calle de la Alamedilla y cruzar el paseo de Canalejas y la Gran Vía, para ir a la calle Toro, no había ningún voluntario de Protección Civil ni ningún agente de la Policía Local para controlar el tráfico", explica a SALAMANCA AL DÍA uno de los testigos.
"Se ha formado un caos y una falta de seguridad porque la gente cruzaba en rojo, los coches tenían que frenar y era peligroso porque había mucho niño suelto y corriendo", añadía para reclamar medidas en los siguientes desfiles, puesto que, en su opinión, "podría haber sucedido una desgracia".