¿Acaso no sucede algo bueno en esta sociedad supermoderna del siglo XXi? Si, por supuesto porque el ser humano no ha dejado de ser humano. Tiene sentimientos de bondad, de amistad, de altruismo, de compasión, de solidaridad, que antes llamábamos amor sencillamente, que se manifiesta de muchas maneras, y se ha dicho que “el amor mueve el mundo”· No sé si podemos seguir diciéndolo en nuestra época. Sinceramente creo que nuestra sociedad se mueve por el egoísmo que con frecuencia se convierte en odio. Los avances de la técnica y eso que llamamos “inteligencia artificial”, que si es artificial pero no es inteligencia. La inteligencia es la del hombre, que organiza esas máquinas maravillosas, que tantas veces sirven para hacer el bien a muchos millones de hombres y mujeres en este mundo global, pero que también sirven para que cualquier ser humano, desprovisto de todo lo que constituía su humanidad, arremeta contra los demás seres humanos hasta aniquilarlos, eliminarlos, por la única razón de que le estorban para sus planes de dominio, de riquezas y placeres.
No creo equivocarme si digo que vivimos en un mundo deshumanizado donde lo que tiene valor es el poder y el dinero para el goce desenfrenado de los placeres de la vida, de todos los placeres. Por eso hay guerras, explotación por parte de unos pocos que dominan el mundo y hacen vivir en la miseria y el sufrimiento a millones de personas.
En este mundo deshumanizado ¿podremos poner siquiera un poco de humanismo? Sí, todavía se puede. Ya hay muchos que lo están haciendo, pero muy pocos en comparación de tanto mal. Por eso tenemos que apelar a la bondad del ser humano, suscitar de todos los modos posibles esos sentimientos de humanismo y humanitarismo que tenemos a veces en el fondo del alma. Así habrá cada vez más personas, más grupos, más instituciones que entreguen su dinero, su tiempo y hasta su vida para acudir en ayuda de los demás. Para hacer el mundo un poco más humano.
¡Por favor, un poco más de humanismo!