Finalizado el tradicional concierto de José Ramón Cid y Manuel José Gutiérrez, hubo una visita guiada al templo
La Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo abrió en la noche del lunes la celebración de la festividad de su patrona y titular, Nuestra Señora de la Asunción (que aparece este martes en el calendario litúrgico), con una nueva edición del emblemático concierto de órgano con gaita y tamboril promovido por José Ramón Cid Cebrián y Manuel José Gutiérrez Hernández, que ha vuelto a formar parte en este 2023 de un Ciclo de Conciertos de Órganos Históricos con Gaita y Tamboril con paradas en Lumbrales, Arévalo y San Felices de los Gallegos.
La velada del lunes en la Seo mirobrigense comenzó con unas palabras del presidente del Cabildo Catedralicio, Ángel Martín Carballo; y de la delegada de Cultura del Ayuntamiento, Belén Barco; quiénes además de dar la bienvenida a los presentes, recordaron que se trata de la 13ª ocasión en que tiene lugar este concierto de órgano con gaita y tamboril en Ciudad Rodrigo. Tras ello, arrancó el concierto, con José Ramón Cid caminando -mientras iba tocando- desde la Sacristía hasta el Coro, donde procedió a subir al lado de Manuel José Gutiérrez, que tocó los dos órganos, el del Evangelio y el de la Epístola.
Durante la velada, interpretaron piezas de Jean-Baptiste Lully, François Couperin, Antonio Vilvaldi y Miguel Manzano Alonso, además de dos piezas tradicionales del Tío Fachenda (Alborada del Abadengo) y El Caroco (la Procesión del Corpus de San Felices de los Gallegos), que han sido recopiladas, respectivamente, por José Ramón Cid y Carlos López Miguel, y armonizadas por Manuel José Gutiérrez. Como “propina”, los músicos ofrecieron un fandango.
A partir de ahí, todos los que quisieron pudieron visitar de forma guiada la Catedral. Parte de los interesados arrancaron esa visita subiendo a la Torre de las Campanas, desde contemplaron una espectacular panorámica nocturna de la ciudad a la par que Ana Lucas les iba relatando la historia del lugar, incluido de varias de las campanas. Mientras tanto, aquellos que no quisieron (o no pudieron, debido a las escaleras que tiene la Torre) fueron recorriendo la nave central de la mano de Petri Sánchez Arroyo.