En su declaración, reconoce su vínculo sexual con el cirujano colombiano y revela los motivos por los que decidió acabar con su vida
Nuevas informaciones sobre el asesinato y desmembramiento del colombiano Edwin Arrieta a manos presuntamente de Daniel Sancho. Tras el ingreso en prisión provisional del hijo de Rodolfo Sancho, el diario 'Bangkok Post' ha publicado nuevos y escalofriantes detalles sobre la declaración del joven ante las autoridades tailandesas, en la que ha explicado qué tipo de vínculo le unía con el cirujano y ha revelado los motivos pos los que decidió acabar con su vida.
Tal y como publica el periódico, el chef tenía planeado matar a Edwin -de ahí que fuese captado por las cámaras de seguridad de Koh Phanghan comprando un cuchillo, una sierra y bolsas de basura de gran tamaño antes de la llegada de su amigo a la isla para asistir juntos a la fiesta de la Luna Llena- y el crimen habría tenido lugar la noche del 3 de agosto.
Como ha reconocido en su confesión, llevaba manteniendo relaciones sexuales de forma esporádica con el colombiano, al que conoció por Instagram, desde hace aproximadamente un año. Y habría sido al querer finalizar las mismas cuando Arrieta le habría amenazado con difundir imágenes de ambos de carácter íntimo, advirtiéndole que podría hundir la imagen pública de su familia, muy conocida en España. Desesperado, Daniel habría planeado el asesinato durante sus vacaciones en Tailandia.
Después de recoger al cirujano en el aeropuerto, se habría dirigido con él a una habitación de hotel en la playa de Hat Salat, donde poco después moriría, como ha revelado el hijo de Rodolfo Sancho, de un golpe fortuito. Su amigo habría querido tener sexo con él, pero se negó. Cegado por la ira, le propinaría un puñetazo que provocó que Edwin cayera y perdiera el conocimiento tras golpearse la cabeza con el lavabo.
Una hora después, y al ver que el colombiano no reaccionaba, decidió desmembrar su cuerpo en 14 trozos con ayuda de cuchillos y de una sierra -tal y como ha detallado ante la policía tardó tres horas en hacerlo-, los distribuyó en bolsas de basura y en una bolsa de lona de viaje, esparciendo una parte en un vertedero y otra en el mar, para lo que compró un kayak por 1.000 dólares a unas jóvenes tailandesas.
Posteriormente, una vez se deshizo de los restos mortales de su amigo, Daniel habría regresado al hotel para limpiar la habitación -aunque los investigadores habrían encontrado restos de sangre, grasa y pelo en el desagüe-, dejándola el jueves en torno a las 9:00 horas. Después acudiría a la fiesta de la Luna Llena con dos chicas y habría sido posteriormente cuando habría denunciado en comisaría la desaparición de su amigo.