La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un acontecimiento promovido por la Iglesia católica, que congrega a jóvenes de diversas partes del mundo en compañía del Papa.?El comienzo de las Jornadas tuvo lugar en 1984, celebrándose al principio en años alternativos. Últimamente vienen celebrándose cada cuatro años, cinco esta vez debido al retraso de un año por el problema de la amenaza del covid19.
La última vez tuvo lugar en Panamá. La próxima está prevista para 2026 en Bolivia. Cada vez se celebra en un continente distinto. Así pueden acudir cada vez jóvenes de lugares más cercanos, y antes o después, tener oportunidad de vivir la gozosa y fructífera experiencia.
Siempre se señala una temática de reflexión y oración. Así se puede pasar el tiempo intermedio aproximándose a la realidad cristiana, que se va a vivir con conciencia de que la experiencia de fe no es algo meramente personal, sino que se vive comunitariamente.
Lo ideal es continuar después de la jornada recordando y profundizando la vivencia extraordinaria, que en muchos casos termina incluso con la decisión personal de responder a la llamada de Dios por Cristo entregándose a la propia vocación en continuidad y de forma permanente, sea vocación de sacerdote, de religioso o religiosa, o de distintos tipos de entrega cristiana laical, incluida la del matrimonio.
Los jóvenes se muestran creativos como ocurrió en el festival musical de la primera noche de la JMJ de Lisboa, en que en el escenario correspondiente de los cantantes un joven pidió a su novia puesto de rodillas si se quería casar con él.
El Papa apeló en el discurso central ante los gobernantes, los representantes de la sociedad civil y con la presencia de gran número de embajadores, a que faciliten la creatividad de los jóvenes de cara a tender puentes de acercamiento y encuentro en los campos de la construcción de la paz, de lograr la erradicación de la pobreza y de cuidar nuestra tierra para el futuro.
La JMJ de Lisboa cuenta con una gran organización e información sobre multitud de actividades religiosas, conferencias, actividades musicales, teatro, y otras muchas.
Asisten jóvenes de todo el mundo: es la jornada mundial con gente represente de una mayor cantidad de países. Se espera un número cercano al millón de jóvenes. El país con más jóvenes asistentes, después del propio Portugal, es España. Hay 75.000 jóvenes españoles inscritos y, con los que pueden acercarse a Lisboa sin inscripción, dada la cercanía, podrían aproximarse a los cien mil. Las camisetas de los jóvenes españoles llevan una inscripción que alude a ser los vecinos de la casa de al lado.
Se ve cómo entre los jóvenes de diversos países se va creando conciencia de pertenencia a un mismo mundo, y sienten la inclinación a poner en marcha empresas comunes humanas y religiosas.
Conscientes de la riqueza y la efectividad de estos encuentros de la juventud, los Papas procuran hacerse presentes en ellos y animarlos en la línea de la conversión cristiana y en el compromiso del anuncio de Jesucristo, al cual muchos se sienten llamados con esta ocasión y se convierten en apóstoles de la verdad del evangelio.
El Papa Francisco ha venido a Lisboa, a pesar de su edad y las dificultades de salud, y se encuentra gozoso en medio de los jóvenes sintiéndose joven como ellos. Y el deseo de acercamiento a los más pequeños y necesitados, le ha llevado a emprender su viaje número 43 fuera de Italia.
El lema y la temática del encuentro en esta ocasión se inspira en el viaje de María para visitar y ayudar a su prima Isabel en su vejez, en la que esperaba a su hijo Juan Bautista. El lema dice así: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). La Jornada incluye esta vez el rezo del Rosario, que el Papa recitará en Fátima con jóvenes enfermos. Los jóvenes aprecian la cercanía y el espíritu juvenil del Papa Francisco.