“No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca, ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo”
FRANCISCO DE QUEVEDO, Epístola satírica y censoria (…) al Conde de Olivares (…), 1630
(Para los prohibidos, los censurados, los ninguneados y los amordazados en la Cultura. De ayer y de hoy).
DEL AMORDAZADO
No pronuncies ordenan / la palabra nosotros ni siquiera el vocablo / que te muestre abrazado / no acaricies / no esperes no indagues no te atrevas / a deletrear la vida decretan los verdugos / que ya cercan de fuego tu casa y tu horizonte
no abras nunca te exigen / ni puertas a la voz / ni el libro del deseo el grito de tu beso el temblor de un abrazo / el desorden triunfal del pensamiento / solo dentro de ti pregunta dicen / guárdate el corazón niégale manos a la ternura / camina lucha desespera / de piel afuera no digas no viajes en los trenes / de la alegría
no recites la vida te proponen / / pero nunca les muestres / tu valor ni tu arrojo son tan nuevos / que la alimaña diaria que te insulta / no podrá devorarte en la armadura real / de la perseverancia
que están las calles / llenas de lobos hambrientos no te asomes / a la boca que dice la que ordena que quema / serán nuevos los frutos y habrás de merecerlos / vociferan sin embargo / habrás de merecerte / tempestades oleajes y hojarascas / que guardianes oscuros de la boca / los que cierran los labios los que advierten / y amenazan olvidos y mercadean el aire / inventan en tu angustia / y han vendido al dolor de los que ignoran
no respires / que en la oscura costumbre de sus cruces / sus espadas flamígeras sus ángeles exterminadores / y sus renunciaciones / no podrán a tus surcos ni siquiera mirarlos / aproximarse al fruto que en tu siembra / los vencerá / y serán impotentes / a la tenaz aurora donde piensas
no les digas amén / si remaste el tiempo de la libertad / la libertad a tiempo / si tuviste nombre si pronuncias tu nombre / ahora / boga en el aire dale un nombre nuevo / por ejemplo esperanza
no escapes lucha / cierra tú sus espacios / batállales el alma / y no des valor nunca / nunca más / y ya nunca / a lo que se parezca a su silencio.
Ángel González Quesada, agosto, 2023.