El alcalde critica que la Junta no haya adoptado medidas como la incorporación de filtros de carbono una vez que conocía la entrada en vigor el 1 de enero la nueva normativa europea que reduce los niveles de sustancias no deseables
Un gran camión cisterna repartía este domingo en Vitigudino agua apta para el consumo humano tras que Cabeza de Horno haya declarado ‘no apta’ la que se suministra a través de red de abastecimiento, por lo que aconsejaba que no se utilizara para consumo humano excepto para aseo.
El reparto de agua mediante cisternas ha sido gestionado por el Ayuntamiento de Vitigudino, ante la Diputación de Salamanca, para facilitar el abastecimiento a la población, pues el agua de la red “tiene exceso de plaguicidas”, aunque puede usarse "para cualquier otra cosa que no suponga su ingesta", bien de forma directa o indirecta.
La primera parada tenía lugar en la Plaza de España, para continuar en la zona de portales de Santa Ana, y finalizar en la zona del Parque Santiago Martín ‘El Viti’. Cabe recordar que el tiempo de abastecimiento de la cisterna en Vitigudino estaba establecido de 14.00 a 16.00 horas, por lo que el alcalde de Vitigudino, Javier Muñiz, indicó al responsable del camión que se dirigiera a la pedanía de Majuges una vez realizado el reparto en Vitigudino, siempre dentro del horario del horario establecido.
Asimismo, en declaraciones a LAS ARRIBES AL DÍA, el regidor críticó la “falta de medidas” desde la Junta de Castilla y León para dotar a las plantas potabilizadoras de los filtros adecuados para reducir los niveles de sustancias que elevan los valores del agua por encima de la normativa europea, una vez que “sabían que el 1 de enero pasado entraba una nueva normativa que rebajaba esos niveles, pero no han hecho nada, no se ha puesto ni un solo filtro de carbono y estamos como estamos”, una situación que se podría prolongar durante “días, semanas e incluso meses”.
“Según profesionales en el tratamiento de aguas, el agua de la red tiene los mismos valores que hace un año o mejores, pero al bajar los niveles de sustancias no deseables, hace que con la nueva normativa ahora no sea apta para el consumo, lo mismo que sucedió con el arsénico hace 20 años”, señalaba el regidor.