Las reses cacereñas hicieron el recorrido en un minuto y cincuenta segundos
Con la llegada del fin de semana la localidad cacereña de Moraleja se vio invadida por miles de personas llegadas de toda la geografía española y buena parte de la raya portuguesa.
En las calles se podía apreciar visiblemente más gentío que en días anteriores, sobre todo a la hora de encontrar un sitio libre para presenciar los afamados encierros de la una de la tarde.
En esta ocasión protagonizados por la ganadería trujillana de El Cubo, que hizo el recorrido desde los corrales de la calle Goya hasta el coso taurino del centro urbano en apenas un minuto y cincuenta segundos.
Fueron carreras limpias y sin consecuencias con la manada formada por seis toros y tres bueyes del ganadero local Enrique Serrano, permaneciendo en todo momento unida sin detenerse en ningún momento.
Las reses bravas serían lidiadas por la tarde por los diestros Manuel Díaz “El Cordobés” (en su gira de despedida de las plazas), Manuel Escribano y Alejandro Fermín.
Al terminar el encierro como ya es costumbre, se lidió una vaquilla al estilo tradicional donde los jóvenes se lo pasaron a lo grande mostrando sus habilidades taurinas. Todo ello bajo la atenta mirada de centenares de personas que abarrotaban la Plaza de Toros.
Una capea en la que no hubo que lamentar ninguna cornada ni percance, dando el animal un buen juego demostrando su bravura.
Como curiosidad, cada vez son más féminas las que se dejan ver tímidamente dentro del albero, disfrutando de la fiesta y viviendo experiencias que esperemos siempre sean buenas y contagien la afición.
Para continuar la fiesta con buen sabor de boca, los establecimientos hosteleros ofrecieron gratuitamente con cada consumición de pago un plato de carne de toro guisada donada por el Ayuntamiento con el fin de promocionar este tipo de alimento.