La capea de vaquillas se saldó con dos heridos, uno de ellos tuvo que ser trasladado al centro hospitalario con una cornada el glúteo
La localidad cacereña de Moraleja abrió este jueves la jornada taurina de encierros con una rapidísima carrera de 1 minuto y 55 segundos, protagonizado por cuatro novillos del ganadero local Antonio Román guiados por la misma cantidad de bueyes propiedad de Enrique Serrano.
Un encierro limpio, que en todo momento se mantuvo unida la manda desde la salida de chiqueros hasta la céntrica plaza de toros. Esta circunstancia permitió ver bonitas y espectaculares carreras sin que hubiera que lamentar ningún incidente.
El momento más peligroso fue en los últimos metros del recorrido, antes de entrar en la plaza cuando uno de los novillos estuvo a punto de alcanzar a uno de los corredores, que gracias a su gran destreza pudo librarse del cornúpeta.
Tras el encierro urbano, más de medio millar de personas tomaron buena ubicación en el coso taurino para presenciar la capea de una vaquilla bajo un sol de justicia y elevadas emperaturas; aunque más suaves que otros años por estas fechas.
Una capea muy divertida con una vaquilla que dio mucho juego pudiendo los mozos demostrar sus habilidades y valentía haciendo varios recortes y saltos al animal.
En uno de esos intentos, un mozo perteneciente al grupo de pastores dedicado a controlar los espectáculos de reses bravas que se animó para hacer un recorte a la vaquilla, fue volteado y herido por la misma sin graves consecuencias.
A los pocos segundos, en la zona de la jaula, un aficionado se encontraba despistado siendo alcanzado por la res cuando se encontraba casi a salvo, pero los cuernos del animal bravo lograron levantarlo por alto corneando al joven en el glúteo, siendo necesaria la intervención de los servicios sanitarios que optaron por trasladarlo al centro hospitalario de Coria con un pronóstico reservado.
La fiesta continuó tras una breve pausa para comer y tomar un refrigerio por las peñas del lugar con una actuación musical a cargo de Cherry Coke, que daría paso a la novillada con picadores para los aspirantes a torero José Rojo e Ignacio Lozano “El Mestanceño”, en la Plaza de Toreos de festejos mayores ubicada temporalmente en la carretera de Cilleros.
A las diez de la noche la emoción volvió a las calles moralejanas con la suelta de un toro perteneciente a la ganadería de Alcurrucén de Navalmoral de la Mata.
La noche continuó hasta ya entrada la madrugada con charangas y orquestas hasta las cinco de la madrugada, en la que salió a la calle el toro del aguardiente. Con el cual, los que no habían bebido nada de alcohol o se dieron un madrugón pudieron disfrutar pisando el mismo suelo que el animal. Los demás, a un sitio bien alto y cómodo para ver el espectáculo.