Desde el Convento de Dueñas hasta la Torre del Marqués de Villena, te proponemos un mapa para disfrutar de una forma diferente de la ciudad
Que cada rincón de la ciudad de Salamanca tiene algo único y especial no es ninguna novedad. Todos conocemos la Plaza Mayor, las Catedrales, el Puente Romano y un gran número de lugares más. Sin embargo, más allá de los lugares más conocidos, tanto histórica como arquitectónicamente, encontramos otros muchos menos conocidos, pero con un encanto especial.
Por ello, realizamos un recorrido por cuatro de los lugares y monumentos que tienen una amplía historia en nuestra ciudad, pero que no todo el mundo conoce.
El Convento de Duelas de Salamanca se encuentra en uno de los puntos más céntricos de la ciudad: en la Plaza del Concilio de Trento, más conocido entre los salmantinos como Toscano. Un convento dedicado desde su construcción a la vida religiosa, fue fundado en el año 1.419 por las monjas del mismo, quienes estudiaban y trabajaban en él.
Una vez en su interior, lo que más llama la atención es su espectacular claustro. Se puede visitar de lunes a sábado desde las 10:30h hasta las 12:45h, y de 16:30h a 19:00h. La entrada cuesta 2€, que se rebaja a la mitad si la visita es en grupo de más de 20 personas.
Esta torre se encuentra “escondida” en el centro de Salamanca. Data del S. XV y está ubicada junto a la Cueva de Salamanca. Según cuenta la leyenda, en este lugar el Marqués del mismo nombre se reunía con el diablo.
Se trata del único resquicio que queda del Palacio Mayorazgo de los Albendea y, aunque en su interior está absolutamente vacía, para poder visitarla se ha construido una estructura metálica para subir a lo más alto de la misma. Su entrada es totalmente gratuita.
Entre los salmantinos es totalmente conocida. Pero, ¿cuándo pasan por ella saben que es esta? Mucha gente no y por eso pasa desapercibida. Fundada a mediados del Siglo XII es una combinación de estilo románico mudéjar (exterior) y barroco (interior).
Los salmantinos la conocidos como la Iglesia del Arrabal (ya que se encontraba fuera de las murallas) y es que tiene una gran historia a sus espaldas. Ubicado a orillas del río Tormes, hasta su clausura en el siglo xix fue visitada por miembros del Ayuntamiento en el día y la víspera de Santiago. Además, hasta 1772 mantuvo, en exclusiva con la catedral, el derecho de asilo.
La ciudad de Salamanca tiene su origen aquí, en el Cerro de San Vicente. Se trata de un yacimiento arqueológico donde se conservan restos de los antiguos pobladores de la ciudad. En el Parque Arqueológico del Botánico recorrerás las ruinas del convento de San Agustín y su iglesia de San Pedro, el Colegio de Cuenca y de su entorno urbano. También se puede visitar el Centro de Interpretación de las murallas salmantinas Salmantica Sedes Antiqua Castrorum, y un antiguo Pozo de Nieve, donde se conservaba la nieve que antiguamente se traía desde la sierra para transformarla en hielo.
Rehabilitado hace poco más de un año, desde allí se pueden ver unas hermosas vistas de la ciudad y, de noche, no tiene desperdicio.