El Ayuntamiento celebrará de algún modo la distinción, más allá de que el Martes Mayor tenga esa temática
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó en su reunión de la mañana del jueves declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial a la ‘Tradicional y artesanal construcción’ de la plaza de toros carnavalera de Ciudad Rodrigo, culminándose así un largo proceso que arrancó en el año 2015 con unos trabajos preliminares -según evoca el alcalde Marcos Iglesias-, aunque fue en 2016 cuando el Ayuntamiento inició el expediente oportuno para lograr tal fin.
Tras ser aprobada en una reunión de la Junta de Gobierno Local, la solicitud de Declaración como BIC fue remitida a la Junta, quedando registrada el 24 de junio de 2016 “a la espera de la incoación del correspondiente procedimiento para la declaración”. Un año después, en julio de 2017, los procuradores socialistas José Ignacio Martín Benito y Juan Luis Cepa preguntaron sobre el asunto en las Cortes de Castilla y León, contestándoles en noviembre la Junta que esta solicitud de BIC “se aleja de la moderna política de declaraciones que tiene en cuenta el territorio y no una consideración estrictamente monumental”.
Del asunto no volvió a haber noticias a nivel autonómico hasta febrero de 2020, cuando Ciudadanos presentó una Proposición No de Ley (PNL) para instar a la Junta a que llevase a cabo la Declaración. La PNL fue aprobada por la Comisión de Cultura y Turismo de las Cortes de Castilla y León, pero tampoco entonces la Junta hizo nada, siendo en la actual legislatura autonómica cuando se han dado los pasos oportunos, y en un tiempo récord.
Según explicó el consejero de Cultura Gonzalo Santonja en una visita a Ciudad Rodrigo el pasado mes de enero, cuando llegaron a la Consejería “no teníamos constancia” de la solicitud como BIC, enterándose de la situación en su visita a la ciudad con motivo de la Feria de Teatro 2022. Tras ello, se puso en marcha el proceso, que tuvo como hito fundamental la incoación del expediente (es decir, la apertura) a mediados de enero. Un mes después, en pleno Carnaval, el subdirector general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura asignó, desde Ciudad Rodrigo, el código que debe dar este Ministerio al expediente de incoación como BIC.
El proceso ha ido bastante rápido, culminándose en la mañana del jueves con la concesión de la Declaración por parte del Consejo de Gobierno para “preservar sus valores patrimoniales como singular ejemplo de arquitectura efímera que se monta y se desmonta íntegramente cada año de manera artesanal, siguiendo un modo de hacer transmitido y mantenido como patrimonio vivo de generación en generación, expresión significativa de la forma de vida de una comunidad”, según explica la Junta en una nota de prensa.
Asimismo, la Junta añade que “el aprecio colectivo de esta comunidad, la participación, percepción y valoración por parte de todos los ciudadanos, creadores y recreadores de esta realidad material que ha sido mantenida y conformada a lo largo de su historia, la preservación de su espíritu y el mantenimiento del modelo y modo constructivo” convierten a la plaza carnavalera mirobrigense “en un bien representativo, que por su autenticidad e integridad” merece la Declaración como BIC.
La aprobación en el Consejo de Gobierno fue comunicada en la mañana del jueves por el presidente de la Junta de Castilla y León Alfonso Fernández Mañueco al alcalde mirobrigense Marcos Iglesias, según éste mismo desveló, comentando que por parte del Ayuntamiento están “satisfechos, porque llevábamos muchos años” detrás de conseguirla: “entre todos le hemos dado ese empuje, y la plaza ya tiene esa protección normativa necesaria”.
Además del aspecto protector, esta Declaración como BIC tiene algunas ‘consecuencias’, que ya se apreciaron el pasado Carnaval, como la supresión del tablao metálico que se instalaba en la Puerta de la Rúa del Sol y de los carteles publicitarios en los balcones del entorno del coso. De cara al futuro, la intención es que también desaparezcan las pintadas identificativas de las peñas en los tablaos.
Al respecto, la Junta de Castilla y León, como administración competente en materia de patrimonio, señala en su nota de prensa que “velará” por el normal desarrollo del proceso de construcción de la plaza, “tutelando la pervivencia y salvaguarda de los valores” que han llevado a su Declaración como BIC.
El alcalde Marcos Iglesias apuntó en la mañana del jueves que “habrá que celebrar” de algún modo la concesión de la Declaración, “un reconocimiento a la Plaza, pero también a la fiesta y a los constructores”. De momento, como ya se sabía, el Martes Mayor 2023 tendrá como temática esta Declaración, invitándose a los puestos a que luzcan motivos alusivos.